La Comunitat Valenciana ha celebrado hoy el Día de Recuerdo y Homenaje a las Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, una conmemoración que el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha aprovechado para apelar a una reconstrucción de la memoria histórica «con espíritu demócrata y actitud humanista».

El acto se ha celebrado en el puerto de Alicante, donde se ha descubierto una placa en recuerda de los fallecidos en este periodo histórico. El lugar escogido tiene una significación relevante pues, como ha señalado Puig, en este enclave portuario «vio el último aliento de una República que trajo justicia y libertad».

En su intervención tras el acto simbólico de homenaje, el president ha calificado de «imperativo ético» y «mandato legal» realizar este tipo de reconocimientos que contribuyen a «recordar y honrar a quienes lucharon por nuestros derechos». Ximo Puig ha defendido que con este tipo de gestos se hace justicia con los «cientos de miles de muertos en la guerra y en la durísima postguerra», así como a los cientos de miles de desaparecidos que incluyen a España en la que ha calificado como una «estadística vergonzosa», pues es el segundo país del mundo con más personas desaparecidas, solo por detrás de Camboya y la sanguinaria dictadura de Pol Pot.

El dirigente del Consell ha defendido que hay que hacer frente a esa realidad desde tres principios fundamentales, «la memoria para no olvidar lo sucedido, la verdad sin tergiversaciones y la justicia para reparar las heridas», porque «nadie está vacunado contra el fanatismo, la discriminación y el enfrentamiento».

«Una sociedad decente no mira hacia otro lado que no sea el de las víctimas»

Ximo Puig - President de la Generalitat valenciana

En una jornada como la de hoy parecía inevitable hacer referencia a la ley valenciana de memoria democrática, aprobada en el año 2017. Puig ha remarcado que «una sociedad decente no mira hacia otro lado que no sea el de las víctimas» y aunque «no se puede cambiar la historia» entiende que sí que es posible actuar sobre la memoria.

La reconstrucción de la memoria histórica depende, según ha señalado, de seis actitudes, «recordar los hechos que ocurrieron; reconocer la responsabilidad que, como país, tenemos ante la historia; recuperar a los desaparecidos para que sus familias puedan clausurar ese vacío inmenso; reparar a todas las víctimas; reconciliar las dos Españas de las que hablaba el poeta --ha hecho referencia a Max Aub y su obra Laberinto mágico-- y reforzar la democracia».

Puig ha completado sus declaraciones haciendo referencia a las «nuevas amenazas» que ha identificado en «la polarización y el frentismo, el ruido destructivo y el uso de manera cínica de palabras como libertad». Para el president de la Generalitat, el único patriotismo constructivo es el «cívico renovado pero inspirado en los valores más importantes como la libertad, la igualdad y la fraternidad».