Mª Carmen Negre (Bellguard, 1967) es la nueva directora del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Castellón, un cargo que afronta «con ilusión» y como una oportunidad «para adaptar los procedimientos de trabajo a las exigencias actuales», marcadas por la pandemia. Recientemente nombrada, sustituye a Mario Ventura, quien tuvo el privilegio de poner en marcha y dirigir la institución desde su creación.

--¿Cuántos médicos forenses componen el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Castellón y cuál es su cometido?

-El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Castellón (IMLCF) tiene un carácter multidisciplinar. Somos un equipo de 35 personas entre forenses, psicólogos forenses, trabajadores sociales, auxiliares de autopsia y de laboratorio y personal administrativo. Es justo reconocer el esfuerzo de la Conselleria de Justicia en reforzar la plantilla en los últimos años. Nuestra función básica es la de prestar una asistencia técnico-pericial en los casos solicitados por tribunales, juzgados, fiscalías y oficinas de Registro Civil. Desde el 2016 también se realizan informes de valoración de daño corporal a petición de particulares, pero únicamente en los accidentes de tráfico y siempre que se den las condiciones legalmente establecidas. Para poder llevar a cabo esta función el IMLCF está organizado en dos Servicios: Clínica Forense, con peritación médico-legal sobre las personas, y Patología Forense, que se encarga de la investigación judicial sobre los cadáveres. 

--¿Cuántas autopsias pueden realizarse a la semana en la provincia y qué duración aproximada puede tener un examen postmortem?

-Todas las autopsias judiciales de la provincia se realizan en el Servicio de Patología, ubicado en el Hospital Provincial. El año pasado se hicieron 400 y fue una cifra ligeramente inferior a la del 2019, donde se registraron 426 muertes judiciales. Así, se puede decir que se realizan unas ocho autopsias semanales. El tiempo dedicado en cada caso es variable y depende del estado de conservación del cuerpo, el número de lesiones, el tipo de muerte...

--¿Se realiza, como suele creerse popularmente, la autopsia a todas aquellas personas que fallecen fuera de un hospital y no tienen una enfermedad grave?

-Las autopsias judiciales se realizan en todas las muertes violentas o sospechosas de criminalidad, si bien bajo este último concepto se incluyen aquellas muertes súbitas, de causa desconocida. La realidad es que hoy en día se practican autopsias judiciales en muertes naturales, incluso cuando la persona tenía antecedentes médicos. La medicina asistencial tiende a no asumir la certificación de la muerte como un acto médico y ello supone movilizar personal de justicia y policial. Es decir, genera un gasto público y un daño social al retrasar el inicio del duelo en los familiares. Precisamente, mejorar la coordinación institucional en estos casos puede revertir en un mejor servicio a la sociedad.

--¿Cuál es el procedimiento a seguir en una autopsia? 

-Autopsia significa observar y, por eso, se inicia ya en el momento del levantamiento de cadáver, donde se examina el cuerpo y todas las circunstancias que lo rodean. Se realiza un examen externo que busca datos de identificación generales y señas particulares, la presencia de alteraciones cutáneas como manchas o heridas. La recogida de indicios en las muertes violentas incluye el estudio de la ropa y de la superficie corporal, donde se pueden analizar, por ejemplo, residuos de disparo, presencia de fibras, pelos o material genético. Se toman también muestras biológicas de fluidos y, según el caso, fragmentos cutáneo. Más tarde se procede a la apertura del cadáver, al examen de las vísceras y, en su caso, a la recogida de aquellas que necesiten estudios de histopatología.

--Pero los forenses no solo hacen autopsias. También realizan, por ejemplo, entrevistas con víctimas de agresiones sexuales para determinar la credibilidad, coherencia y verosimilitud de su relato. ¿Según qué parámetros llegan a sus conclusiones?

-La actuación de la medicina forense en los delitos sexuales es fundamental. Se siguen las recomendaciones del Protocolo de atención integral, sanitaria y judicial a víctimas de agresiones sexuales, cuyos objetivos son proporcionar una atención integral, respetuosa y eficaz a las víctimas, facilitar la labor policial y judicial y reducir la victimización. Cada vez, es más frecuente la solicitud de periciales sobre la credibilidad del testimonio, sobre todo en casos de abusos sexuales. No hay que confundir este tipo de prueba pericial con un detector de mentiras. La técnica combina la entrevista y el análisis del contenido del testimonio.

--¿En qué medida se incrementó el número de fallecidos que llegaban al Instituto de Medicina Legal de Castellón durante los peores meses de la pandemia?

-Precisamente, en los meses de abril a junio disminuyó el número de cadáveres registrados en el IMLCF, pues desde la medicina asistencial se certificaban las muertes naturales. Pero esta situación ha sido transitoria y se ha vuelto a las prácticas anteriores.

---En el caso de los fallecidos por covid-19, tenemos entendido que se dejaron de hacer autopsias por la evidencia de la causa de la muerte y el enorme volumen de casos. También se dijo que Sanidad ordenó el entierro de estos cuerpos en menos de 24 horas. ¿Cuál fue la manera de proceder?

-Las autopsias judiciales se han realizado en todo momento. En las muertes con sospecha de covid-19 se tomaban muestras para confirmación diagnóstica y se retrasaba la apertura del cadáver. Por otra parte, no hay que olvidar que las muertes por coronavirus son muertes de origen natural y, por tanto, no exigen una autopsia judicial, sino la emisión del certificado médico de defunción. El número de fallecidos por coronavirus generó la necesidad de agilizar los trámites de la inscripción de la defunción y facilitar la incineración de los fallecidos, de modo que se acordó, como medida especial, la inhumación inmediata de personas fallecidas por covid-19 en la Comunitat. Pero las circunstancias actuales son muy distintas y los forenses afrontamos nuestro trabajo con menos incertidumbre y mayor seguridad.