Esta Semana Santa la única vía de escape para desconectar unos días son los destinos de proximidad. La mayoría de las casas rurales de Castellón han colgado ya el cartel de completo y en localidades como Vistabella, Morella, Culla o Vilafamés se espera un aluvión de visitantes procedentes tanto de la provincia como de Valencia y Alicante. También la costa confía en que los visitantes de la Comunitat den algo de oxígeno a las maltrechas economías de bares y restaurantes. La Generalitat valenciana lo sabe y en los próximos días desplegará un dispositivo especial de control en las zonas de ocio de interior, una medida que se sumará a la vigilancia en los municipios del litoral, vías de comunicación o estaciones para el cumplimiento de las medidas de control de la pandemia.

El plan de vigilancia peinará tanto la costa como el interior. En los municipios más alejados del litoral, consistirá en controles especiales en los parques naturales, zonas recreativas y de acampada situadas en 50 municipios de la Comunitat, unas localidades donde se prevé en los próximos días una afluencia de 700.000 personas, según anunció ayer la consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo. Una decisión que se adoptó tras la celebración de la reunión de coordinación de seguridad de medidas Covid-19 y que estuvo presidida por el jefe del Consell, Ximo Puig. Además del president de la Generalitat y Bravo, también participaron el subdelegado del Gobierno en Valencia, Rafael Rubio, el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro, así como representantes de la Policía Nacional, Autonómica y de la Guardia Civil.

Así, la policía autonómica se desplegará por 52 áreas recreativas y cuatro zonas de acampada de la Comunitat, 19 parques naturales y 50 poblaciones de interior. ¿El objetivo? Evitar aglomeraciones de gente o fiestas ilegales después de que en las últimas semanas se haya detectado una proliferación de reuniones y botellones.

La policía adscrita a la Generalitat triplicará su presencia en las zonas del interior y vigilará que nadie se salte las restricciones. «Es necesario no relajarnos y no bajar la guardia», dijo Bravo tras recordar que «la responsabilidad y el cumplimiento de las medidas es la medida para seguir adelante».

Para poder llevar a cabo la campaña, el 65% de los medios de personal de la policía de la Generalitat, por turnos, se destinará a controlar esos espacios naturales y de ocio más alejados del litoral, según detalló la consellera, que añadió que además también servirán para la prevención de incendios en esos espacios forestales en coordinación con las brigadas que trabajan en estas zonas naturales.

Habrá más policía que nunca en el interior donde se espera una avalancha de turistas y, en la costa, ocurrirá exactamente lo mismo. El subdelegado del Gobierno en Valencia, Rafael Rubio, señaló que la Guardia Civil y la Policía Nacional han organizado un dispositivo especial de seguridad que estará en vigor hasta el lunes de Pascua y en el que participarán unos 10.000 agentes que realizarán controles perimetrales en los accesos a la Comunitat, en las estaciones de autobuses y trenes y en lugares susceptibles de acoger concentraciones para la celebración de botellones o fiestas de carácter ilegal. «Llevamos más de 500 controles», informó Rubio quien añadió que la Policía Nacional va a reforzar también los municipios de la costa con más peso turístico. «Queremos que la gente disfrute pero con seguridad», sentenció.

Pese a que la Comunitat Valenciana tiene en estos momentos uno de los mejores datos de España y de Europa (la incidencia acumulada es de 28,62 casos por cada 100.000 habitantes), la Generalitatt va a realizar la campaña Pascua Segura, una iniciativa dirigida a todos los ciudadanos y que busca trasladar que es responsabilidad de todos respetar las cuatro medidas básicas de seguridad: higiene de manos, distancia, mascarilla y ventilación. También se recordarán las restricciones establecidas para las reuniones: cuatro personas en espacios públicos y el núcleo familiar en los privados.