La pandemia del covid-19 ha alterado toda actividad cotidiana sin excluir la situación del mercado laboral en Castellón. Marzo del 2020 fue el inicio de la crisis y un año después dos datos confirman las consecuencias entre los trabajadores: la provincia ha sumado en este tiempo 5.503 parados y perdido un total de 474 empleos.

Evolución del mercado laboral en Castellón Juan Carlos Gozalbo

Las cifras las aporta el Gobierno, a través del Ministerio de la Seguridad Social y el de Trabajo y Economía Social, y surgen de comparar la situación previa a la irrupción del coronavirus en el territorio, en febrero del ejercicio pasado, con el último balance disponible correspondiente al mes de marzo del 2021.

La diferencia entre ambos momentos apunta a una destrucción de empleo, aunque las fluctuaciones en esta cuestión han ido prácticamente ligadas con la situación epidemiológica en cada momento. El pico de paro se alcanzó en junio, coincidiendo con el fin del confinamiento, cuando 48.965 personas aparecían como demandantes de empleo, mientras que el menor número de ocupados dados de alta tuvo lugar en mayo, con 220.837 afiliados en la provincia, unos 15.366 menos que antes de la pandemia.

La curva también se doblegó con el inicio de la desescalada tras la reclusión, aunque el camino de descenso solo duró hasta el arranque de la tercera ola, que volvió a embestir contra el mercado laboral, en gran parte por las restricciones impuestas para tratar de parar la transmisión del virus. Entre diciembre y febrero perdieron su empleo 2.512 personas y dejaron de estar activas 7.528.

Recuperación

Superado el rebrote y con la relajación de las restricciones, este marzo fue un buen mes para el mercado laboral y logró restablecer la senda de la recuperación en este ámbito. Las listas del paro se redujeron en 771 personas, aunque en cambio no mejoró el dato de afiliación, tal y como recogió este diario.

La hostelería y el resto de servicios fueron los sectores que más empujaron la mejora, partiendo de que eran los más perjudicados antes por las medidas sanitarias, aunque destaca el papel que ha jugado la industria a lo largo de toda la pandemia en el territorio provincial, permitiendo que la afección de la crisis fuera menor que en otros puntos del país e incluso del resto de provincias de la Comunitat Valenciana.

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han contribuido también durante el año de coronavirus a frenar en cierta forma la debacle y evitar que las cifras fueran todavía peores. Por ahora esta herramienta mantiene acogidas a unas 7.800 personas en el territorio provincial, evitando así su inclusión en el recuento de personas que permanecen desempleadas.

Por lo tanto, el balance final después de un año conviviendo con el covid-19 arroja un crecimiento de un 11,3% en la cifra de parados en Castellón y apenas una bajada de un 0,3% entre las personas que se encuentran afiliadas a los diferentes regímenes de la Seguridad Social.