«Todas las vacunas son excelentes en cuanto a efectividad y seguridad»

--¿Cómo valora el desarrollo de la campaña de vacunación tras casi cuatro meses desde el inicio?

--El inicio de la campaña fue bastante improvisado en la mayoría de las comunidades autónomas, a pesar de haber tenido tiempo más que suficiente para prepararse. En estos momentos, la campaña es difícil por los cambios de criterios de las autoridades sanitarias, por la baja disponibilidad de vacunas y la utilización de las mismas por no seguir los criterios científicos en los grupos de edad. Se debería haber contado con personas expertas en campañas de vacunaciones, como son los médicos y enfermeras de salud publica y las enfermeras de atención primaria.

--Primero la vacuna de AstraZeneca y ahora la de Janssen paralizada. ¿Se está creando una alarma social injustificada?

--El no seguir las recomendaciones e indicaciones, tanto de la Organización Mundial de la Salud como de la Agencia Europea del Medicamento, ha llevado a una falta total de coordinación entre los países de la UE e incluso, a nivel nacional entre las comunidades. 

--¿Cree que las polémicas que rodean a las vacunas están provocando el rechazo entre la población a vacunarse?

--Los continuos cambios de criterios y las declaraciones públicas de los responsables políticos han llevado a crear una alarma social y un rechazo por miedo a la vacuna de AstraZeneca y probablemente a la vacuna de Janssen, y ahí están los números de personas que rechazan la vacunación y las que se la ponen muchas veces con miedo. Una parte importante de la población ha llegado a identificar las vacunas como las buenas y las malas, cuanto todas las vacunas son excelentes en cuanto a efectividad y seguridad y protegen de la enfermedad grave y la muerte hasta en un 98%. 

--Hay expertos que defienden que lo que está sucediendo es un claro ejemplo del buen funcionamiento del sistema de farmacovigilancia, que esto ocurre con multitud de fármacos pero que ahora los ensayos e inconvenientes se miden a tiempo real.

--Efectivamente, se ha demostrado que el sistema de farmacovigilancia está funcionando muy bien, y se detectan todos los eventos adversos relacionados con la administración de las vacunas, tanto si están relacionados causalmente como casualmente. La fase de poscomercialización de cualquier medicamento contempla este seguimiento exhaustivo. Hay que determinar si un evento adverso está ligado a la vacuna u ocurre con una casualidad temporal, como pasa con todas las enfermedades que están ahí y van a aparecer si se vacuna o no.

--¿Usted es partidario de limitar las vacunas a franjas de edad concretas?

--No, creo que desde el primer momento se debían haber destinado todas las vacunas, tal como se iban incorporando, a vacunar a las personas más susceptibles y con mayor riesgo de desarrollar enfermedad grave y hospitalizaciones. La vacuna de AstraZeneca se debía haber destinado a vacunar a los grupos de personas mayores, comenzando por personas institucionalizadas y los trabajadores de estas instituciones, siguiendo por mayores de 80, y una vez vacunados estos, a mayores de 70 y posteriormente a mayores de 60, hasta completar estas vacunaciones en estos grupos. También a personas con discapacidades y sus cuidadores y trabajadores sanitarios y sociosanitarios, y personas con patologías graves, definidas en la estrategia del Ministerio de Sanidad. Una vez finalizada la vacunación en estos grupos, comenzar por personal esencial y otros grupos de edad.

--¿Confía en que se pueda llegar a la ansiada inmunidad de grupo este verano, como insisten las autoridades sanitarias?

--El concepto de inmunidad de grupo significa que protegemos a un gran número de personas y evitamos la circulación del microorganismo, en este caso, el coronavirus. Mientras no tengamos a ese gran número de personas inmunizadas, no podremos detener la circulación del virus. Nadie, en estos momentos, sabe si esto ocurrirá con un 70, 80, 90 ó 95%. Quien diga otra cosa está equivocado, porque la inmunidad de grupo depende de factores tales como el número de personas inmunizadas, la efectividad de la vacuna, la duración de los anticuerpos protectores, la posible existencia de memoria inmunológica, el índice reproductivo básico...

--¿Cree que la vacunación contra el coronavirus seguirá el modelo de la gripe, es decir, será anual?

--Eso nadie lo sabe tampoco, puede depender de muchos factores, comenzando por las mutaciones virales y hacia donde se dirigen (mayor o menor transmisibilidad y virulencia). Algunos expertos nos indican que existe la probabilidad de que se pueda convertir en endémica, con una transmisibilidad y virulencia más bajas, y que quizás haya que vacunar de forma periódica a las personas más susceptibles, como ocurre con la gripe. Pero esto el tiempo nos lo dirá.

--¿Qué mensaje lanzaría a los antivacunas?

--A las personas negacionistas y reticentes a las vacunas es muy difícil convencerlas de su equivocación, porque creen beber en fuentes científicas, pero o malinterpretan esta ciencia o beben en estudios científicos erróneos, y en algunas ocasiones, malintencionados. El problema es la gente que se convence de estos mensajes en forma de bulos o fake news. Lo que deberíamos decirles es que está falleciendo muchísima gente y que la única manera de evitarlo es la vacunación. Varias sociedades científicas hemos creado la Alianza contra los Bulos en las Vacunas. Próximamente vamos a realizar un webinar sobre este tema, al que invitamos a toda la población. Será abierto y gratuito y se celebrara el próximo día 21 de abril.

-- ¿Cómo valora el trabajo realizado por los profesionales sanitarios en la vacunación?

-A pesar de todos los contratiempos que están surgiendo y a los continuos cambios de criterios de las autoridades sanitarias, la labor y el esfuerzo de los profesionales sanitarios ,y especialmente, de las enfermeras está siendo impresionante. Muchos compañeros están doblando turnos para poder ofrecer la vacunación a toda la población y muchas compañeras jubiladas se han incorporado a estos equipos de vacunación.