Burriana se afianza como polo de atracción para barcos humanitarios. Varaderos y Talleres del Mediterráneo, SA, vuelve a recibir a los cuatro que acogió para su mantenimiento técnico el año pasado, y que repiten, y a uno más. El nuevo es el Sea Watch 3, que solo hace unas semanas se encontraba bloqueado en Italia con inmigrantes a bordo. El más veterano es el Open Arms (de Proactiva Open Arms), que lleva eligiendo el puerto burrianense para su puesta a punto desde hace ya cuatro años.
Rescate de inmigrantes
José Juan Gil, ingeniero técnico naval al frente del Varadero, explicó que «actualmente, se encuentra ya el Sea Watch 4 (de Médicos sin Fronteras), ya repitiendo visita; y el Louise Michel (con bandera alemana), que tienen prevista su salida hacia la zona SAR (Salvamento y rescate, en inglés) a finales de este mes».
Además, añadió que espera las visitas de otra dos embarcaciones humanitarias, el Alan Kurdi (alemán) y el Sea Watch 3 (alemán) a flote para primeros de mayo; y si todo va bien, del Open Arms (de Proactiva Open Arms) en seco, que permanecerá durante el mes de mayo».
"Ellos son la última opción entre esas pateras que no llegan y la muerte"
¿Por qué eligen Burriana?
«En esencia para nosotros son negocios, por materialista que suene de primeras. Somos un astillero que se dedica a la reparación y mantenimiento de buques, pero es cierto que intentamos tratarlos con toda la profesionalidad y respeto, intentando optimizar al máximo todos sus recursos tanto económicos como técnicos para adaptar lo mejor posible sus barcos a lo que hacen», añadió.
En su opinión, «no debe ser fácil encontrarte en la situación en la que veas cómo te cierran muchos puertos o no eres bienvenido, detienen el barco continuamente, etc. Cuando tu única intención de corazón es la de ayudar a personas en situaciones extremas en muchas ocasiones cercanas a morir por ahogamiento, o hipotermia, o hambre y sed... Aparte de críticas políticas que reciben. De todas las pateras que intentan cruzar de Libia a Sicilia quizás lleguen por sí solas muy pocas. Ellos son la última opción entre esas pateras que no llegan y la muerte».