Está presente en los campos de Castellón desde hace más de una década, pero la expansión de la plaga y la dificultad para encontrar tratamientos efectivos autorizados han hecho que el cotonet se haya convertido en una de las principales amenazas para los citricultores de la provincia, debido a la deformación que el insecto causa en la fruta y el consiguiente perjuicio para su valor comercial. Dentro de este panorama preocupante hay algunos rayos para la esperanza, como un método hallado por agricultores de la Plana que consideran más efectivo que los tratamientos de feromonas para atajar la expansión del insecto, y a unos costes que los productores citrícolas ven más razonable.

Desde las asociaciones de agricultores de Nules y Vila-real se muestran optimistas, al asegurar que quienes han probado este tratamiento «ya han visto sus resultados y su eficacia es mucho mayor que las trampas de feromonas, con mucho menor coste y de acceso inmediato para su aplicación». La base está en un producto, Tecnokel, que se rocía desde la base del árbol hasta el comienzo de la copa. A este elemento se le une el uso de fitosanitarios a base de piretrinas para acabar con la temida cochinilla llegada de Sudáfrica. 

El presidente del colectivo de agricultores de Nules, Pepe Montagut, afirma que el Tecnokel, empleado originalmente para solucionar las carencias de zinc en los árboles, «tiene capacidad de atracción sobre el cotonet, de modo que se queda en el tronco sin llegar a la copa, y luego las piretrinas hacen su efecto». Un sistema que puede parecerse al de las trampas con feromonas. «Nosotros también las tenemos, y vemos más insectos anulados con este», detalla.

A esta descripción se une el factor económico. El presidente de la Associació de Llauradors Independents de Vila-real, Víctor Viciedo, menciona que los sistemas de feromonas propuestos por parte de la Conselleria de Agricultura, «tienen un precio de unos 440 euros por hectárea, si bien hay una subvención de modo que proporcionan sin coste trampas para otra hectárea». En cambio, el coste del otro método por hectárea se queda en apenas 120 euros.

Éxito de ventas

Por parte de las asociaciones que han dado a conocer el nuevo sistema aseguran que tras conocerse los primeros resultados en algunos campos de cítricos «se agotaron todas las existencias en las cooperativas, pero ya se ha repuesto y está a disposición de los distintos agricultores». Es justo en esta época del año cuando el cotonet puede hacer mayores estragos en los árboles de agrios de Castellón, por lo que muchos lo han visto como una esperanza para que la plaga no perjudique la próxima campaña comercial.

Este insecto siempre ha sido un quebradero de cabeza, pero había tratamientos considerados como efectivos. Entre ellos, los que empleaban el clorpirifos y metilclorpirifos como sustancia activa, y que desde hace un año ya no cuentan con la autorización por parte de la Unión Europea, al concluir que pueden causar daños en la salud de los consumidores. Para hacer frente a este panorama, la Conselleria y el Ministerio trabajaron en métodos como las trampas de feromonas y la lucha biológica mediante el uso de un parasitoide, el Anagyrus aberiae. Desde estas agrupaciones de la Plana destacan que los planes están en una fase muy inicial, y no tendrá apenas efecto para la próxima campaña. 

Peticiones

Para evitar más estragos, el Partido Popular en el Senado solicitó la pasada semana al ministro de Agricultura, Luis Planas, una autorización puntual del metilclorpirifos, un supuesto que queda recogido en la normativa europea. Petición que fue rechazada, pese a que medidas similares se aplican en países como Italia. Los colectivos de agricultores lamentaron esta decisión, y criticaron el «silencio» de la Conselleria. «El plan ha fracasado totalmente dejando a los agricultores solos ante la plaga más devastadora de cuantas hemos tenido hasta el momento», concluyeron.