El repunte de la mortalidad por culpa del covid y el frenazo de la natalidad han provocado que España pierda durante el 2020 más de 106.000 habitantes, pero en Castellón la tendencia ha sido justo la contraria. La provincia empezó el 2021 con 1.317 personas más, hasta situarse en casi 587.000, la cifra más alta desde el 2014. Además, es una de las pocas provincias del país donde se ha ganado población (Málaga, Toledo, Tarragona o Guadalajara también han sumado habitantes), mientras que la inmensa mayoría los han perdido habitantes, según la Estadística del Padrón Continua publicada ayer martes por el INE. 

Castellón alcanzó el 1 de enero de este año los 586.907 habitantes, una cifra que supone un incremento del 0,2% respecto al año anterior. Es cierto que el ritmo de crecimiento se ha ralentizado y poco tiene que ver con el experimentado, por ejemplo, en 2019 (ese ejercicio la provincia ganó más de 5.600 habitantes), pero aún así el alza de la población en el año de la pandemia es un hecho destacado, sobre todo si se compara con el retroceso experimentado por el conjunto del país, de la Comunitat y por el grueso de provincias. El territorio valenciano perdió casi 8.000 habitantes, y la mayor caída se registró en Valencia ( -8.337). Alicante también restó población ( -918 personas), por lo que Castellón ha sido la única que ha empezado el año en positivo.

DESDE OTRAS PROVINCIAS

Pero, ¿quién es el responsable del empujón demográfico que ha dado la provincia en 2020? La respuesta, siempre según los datos del INE, es la población nacional. De los 1.317 vecinos que ha sumado Castellón en el último año, apenas el 3% son personas nacidas en el extranjero y 1.279 son españoles. «Con los cifras en la mano, la única causa que explica el alza de la población es la llegada de personas de otras provincias, bien para trabajar en Castellón atraídas por ofertas de empleo en sectores que han resistido la crisis o bien en busca de un refugio tranquilo para pasar el confinamiento», argumenta Javier Soriano, profesor de Geografía de la Universitat Jaume I (UJI ) de Castellón. Y esta última explicación, el teletrabajo tiene mucho que ver, ya que ha dado alas a muchos profesionales a trasladarse desde Valencia o Barcelona al interior de Castellón. 

Aunque la cifra de extranjeros se mantiene muy similar a la del año anterior (en 2021 se contabilizan en la provincia 89.030 inmigrantes, apenas 38 más que en 2020), sí se ha registrado un incremento espectacular de ciudadanos del Reino Unido. El Brexit ha tenido mucho que ver con el hecho de que en la provincia haya en estos momentos 1.407 británicos, casi el triple que hace doce meses (cuando eran 549). En cambio, el peso de los ciudadanos rumanos sigue cayendo, desde los 38.347 del año pasado a los 37.419 de este ejercicio. Otras nacionalidades que crecen ligeramente son la marroquí y la colombiana. 

UNA POBLACIÓN ENVEJECIDA

La combinación de una mayor esperanza de vida y una brusca caída de la natalidad dan como resultado que uno de cada cinco habitantes de la provincia (el 19,6%) supera ya los 65 años. Y subiendo. Hace diez años, el porcentaje era del 14. De los 586.907 habitantes con los que cuenta Castellón, 115.235 ha cumplido ya 65 años, mientras que los menores de 15 son cada vez menos y apenas representan el 15% del total.

La población envejece y, lógicamente, eso se nota en la edad media de los habitantes de la provincia. Este año ya es de 43,8 años. En 2008, por ejemplo, se situaba en 40 (ver gráficos). Si se analizan los datos por nacionalidades se aprecian diferencias: la media de edad de los extranjeros residentes en Castellón es de 36,8 años, mientras que la de los nacionales sube a 45 años.