Coger un tren de Castelló a Vinaròs se ha convertido en misión casi imposible para los estudiantes de la provincia. La reducción de frecuencias entre el Baix Maestrat y la capital de la Plana ha provocado que la oferta haya pasado de 12 trenes al día hasta siete en el mejor de los casos, dejando largos espacios horarios sin ningún servicio de media distancia.

Una decisión que ha condicionado el día a día de los alumnos que se desplazan a Castelló, obligándoles a coger un tren más caro (el precio llega a alcanzar los 14,50 euros de un Intercity por los 5,90 del cercanías si se tiene el carnet joven) o a alquilar un piso. 

Sin distancia de seguridad

Según comentan desde el Consell de l’Estudiant de la UJI, a través de la representante del alumnado, Elisa Bisbal, «es una situación que arrastramos desde antes de la pandemia y que ahora se ha convertido en insostenible. Los trenes ya iban casi llenos antes del covid y ahora con el recorte de trenes no te puedes ni sentar. Casi siempre te toca ir de pie y no se mantiene la distancia de seguridad», señala.

Respecto a las iniciativas llevadas desde el Consell, Bisbal apunta que «hemos recogido firmas para trasladar nuestro descontento porque se llega a pasar ansiedad al ver que no puedes ir sentado y que estás casi pegado con el de al lado». Y añade: «Tenemos pendiente una reunión con la UJI y el resto de universidades valencianas donde volveremos a reclamar un aumento de trenes a Renfe, ya que en un mes estamos en época de exámenes y la presencia de viajeros será todavía mayor», recalca.

No obstante, mientras los estudiantes se movilizan, Renfe no tiene previsto cambiar de opinión y seguirá aumentando la oferta «de manera progresiva», según ha ido contando Mediterráneo. Y es que la empresa ferroviaria entiende que «hay un 56% menos de clientes en comparación con el 2019 y que recuperará la normalidad «a medida que la cifra de pasajeros se asemeje a los tiempos prepandemia», manifiestan.

Sin embargo, los usuarios que cogen con frecuencia esta línea afirman que los convoyes van llenos. Nicolás Ospina, natural de Vinaròs, puntualiza que «por la mañana prácticamente te obligan a coger un Intercity y gastarte 10 euros más, porque desde las 9.00 hasta las 15.30 horas no hay trenes. Al final es un coste añadido, con la situación económica actual que viven las familias». En la misma línea se encuentran David y Jordi Curto, de la plataforma Trens Dignes al Maestrat: «La mayoría acaba alquilándose un piso en Castelló, porque ve que es casi imposible ir a diario a la universidad desde su pueblo», concluyen.