Nunca antes como ahora los niveles de protección social de los desempleados de Castellón habían alcanzado cifras tan altas pero, paradójicamente, nunca se había registrado tantos parados sin ayudas. La pandemia ha asestado al mercado laboral un golpe sin precedentes y la peor parte se la han llevado los que han perdido su trabajo. En Castellón hay 5.503 desempleados más que hace un año y aunque la Administración ha desplegado un amplio escudo social para proteger a los autónomos y a los profesionales acogidos a un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), la cifra de parados que han agotado su derecho a una prestación o a un subsidio se ha disparado en los últimos doce meses. En la provincia ya son 19.017 las personas que están en el paro y no tienen ayuda, casi 3.200 más que hace un año.

Los datos del Ministerio de Trabajo son contundentes. De los que 44.935 desempleados con los que cuenta la provincia (datos de finales del pasado mes de marzo), cuatro de cada diez no reciben ni prestaciones ni subvenciones, bien porque las han agotado o porque no cumplen los requisitos para acceder al subsidio. La mayoría de ellos sobrevive gracias al apoyo de sus familias o a trabajos esporádicos en negro y muchos están a la espera del ingreso mínimo vital (IMV), una ayuda que solo perciben 3.000 personas de las 15.200 que la han solicitado. 

MÁS DE DOS AÑOS EN PARO

Pero, ¿cómo se explica que las prestaciones por desempleo se hayan incrementado por encima del 65% en el último año en Castellón y, sin embargo, más de 19.000 parados subsisten sin ayudas? La clave está en el desempleo de muy larga duración, que en la provincia se ha desbocado y ha aumentado un 20% en el último año. 10.200 personas en Castellón llevan más de dos años buscando un empleo y una parte importante son profesionales de más de 50 años y mujeres. «Son el colectivo más afectado y, además, las empresas no los valora, por lo que tienen muy complicado acceder de nuevo al mercado laboral», apunta a este diario Francisco Sacacia, secretario general de UGT en Castellón.

Para combatir esta situación, los sindicatos abogan por fomentar los planes de formación que recalifiquen a los desempleados de más edad para adaptarlos a los nuevos perfiles del mercado y agilizar la tramitación del IMV.