La organización AVA-Asaja advierte de los problemas que puede acarrear para los cítricos el incremento de lluvias detectado en varias zonas de Castellón a lo largo de este mes de abril. Un fenómeno que se concentró el pasado día 23, con precipitaciones de hasta 90 litros por metro cuadrado en Nules o la Vilavella, y que han ido seguidas de jornadas en las que se han sucedido los periodos de sol con lluvias intermitentes, algunas de ellas de intensidad moderada.

Asociados de AVA en la Plana Baixa han comunicado que hay efectos negativos en variedades tempranas. "Después de una exuberante floración, el clima anómalo ya ha podrido una cantidad importante de flores a causa de enfermedades como la botrytis y amenaza, en última instancia, con reducir la cosecha de la próxima campaña. Con el objeto de fortalecer los futuros frutos y evitar mayores pérdidas productivas, los citricultores están viéndose obligados a efectuar tratamientos adicionales, lo que repercutirá en sobrecostes económicos", añaden. 

El ritmo de chubascos de las últimas semanas también añade preocupación entre los citricultores, ya que estas lluvias intermitentes restan efectividad a las medidas que aplican para salvar la producción.

A la espera

Las próximas semanas serán decisivas para saber con precisión en qué grado ha perjudicado este fenómeno a la próxima campaña. El fenómeno se ha concentrado especialmente en la zona sur de Castellón, ya que en campos de Vinaròs apenas se han detectado incidencias. El ritmo de lluvias en el Maestrat ha sido menor en abril.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que “las lluvias normalmente son beneficiosas para el campo porque recargan los acuíferos, limpian los árboles de plagas y mejoran el calibre de los frutos, pero lo que ha sucedido durante este abril extraordinariamente inestable y anómalo no solo no es positivo, sino que coloca a muchos agricultores en una situación muy difícil e incluso de auténtica ruina”. Por ello, AVA-ASAJA solicita a las distintas administraciones que realicen un seguimiento objetivo de los daños y que prevean el establecimiento de medidas fiscales destinadas a aliviar las pérdidas sufridas por la anomalía climática. 

Clemenules

Por otro lado, desde la organización agraria añaden otra incidencia en los cítricos, ya que se detecta la escasa floración en aquellos árboles de clemenules en los que no llegó a recogerse la fruta en la pasada campaña, debido a la caída de precios sufrida en diciembre. Un factor que también puede limitar la futura temporada.