Rechazar una herencia para evitar asumir deudas o afrontar los gastos fiscales es una práctica cada vez más frecuente en Castellón. Solo en los últimos tres años se ha producido un crecimiento del 15% en las renuncias, según los últimos datos ofrecidos por el Colegio Notarial de la Comunitat Valenciana sobre la provincia.

El balance arroja que a lo largo del 2020 se registraron un total de 491 repudios en el territorio provincial, frente a las 4.045 herencias formalizadas durante todo el ejercicio. Unas cifras sobre las que el tesorero del colegio profesional y notario castellonense, José Vicente Malo, comenta que «durante los últimos 15 años el número de herencias se mantiene estable, aunque sí que han aumentado de forma constante año tras año las renuncias que se han producido».

Ahora bien, esta tendencia al alza sufrió una ligera ralentización en la estadística, ya que «el incremento que venía ocurriendo se paralizó en el 2020 en comparación con 2019, pero como ocurrió con todas las operaciones notariales por el estado de alarma», detalla Malo, en referencia a la ligera caída de renuncias entre el 2020, con 491, y el año anterior, con 520, motivada por la parálisis en la gestión administrativa no urgente durante el primer estado de alarma por el coronavirus.

Sin embargo, las previsiones que manejan los expertos pasan por recuperar la senda de subida durante este mismo ejercicio: «Parece evidente que en 2021 se reanudará el aumento de las renuncias con las pendientes del 2020 a causa del parón motivado por la pandemia», aclara el notario.

Las causas

Tres factores constituyen principalmente las causas del repunte en el repudio de herencias, tal y como comenta el experto castellonense. El primero resulta un tema puramente económico, que se arrastra desde la crisis del 2007 con la falta de liquidez en algunos de los casos. 

No obstante, también influye sobremanera el aspecto sociológico: «Antes la gente ni se planteaba renunciar a una herencia, hoy en día sí y se ve con toda normalidad», argumenta. A todo ello, además hay que sumar el factor impositivo, especialmente en las herencias colaterales o entre personas lejanas en el grado de consanguinidad, lo que aumenta todavía más las tasas a afrontar.

Mientras, el notario de Castelló Joaquín Serrano, de AS Notarios, recuerda que el heredero asume tanto el activo como el pasivo, por lo que debe costear las deudas. Esto implica en casos como en el fallecimiento de personas jóvenes o de mediana edad que «muchos opten por renunciar al tener que pagar gastos como una hipoteca».

Serrano advierte también de que «entre extraños los impuestos pueden llegar incluso al 80 o el 90%, lo que lleva a que el legado no compense si la herencia es muy pequeña o no hay dinero, sino bienes inmuebles».  

Una situación que a su parecer genera una «gran desigualdad», ya que el tipo impositivo varía entre las diferentes comunidades autónomas, siendo en la Comunitat Valenciana uno de los más elevados. Por ello, Serrano considera que «habría que igualarlo entre los diferentes territorios» para lograr un mayor equilibrio.