Luís Román García ostenta el cargo de Clavario de la Real Cofradía de Nuestra Señora del Lledó, un gran honor para un cofrade de cuna, con antecedentes familiares de representación en la entidad y que considera a la Lledonera su "segunda madre. Es a quien acudo cuando me siento indeciso o necesito ayuda para guiarme. Es la que alumbra mi camino cuando no veo la luz". 

Tras la suspensión de las celebraciones en 2020, a consecuencia de la pandemia, un hecho que supuso para él "una gran decepción y, a la vez, un alivio, ya que si se hubiesen realizado podría haber contagiado más gente", Román afronta los festejos en honor a la patrona de la capital de la Plana "con mucha alegría, muchos nervios, pero sobre todo ilusión" y el deseo de que "todo salga según lo previsto, para que lo disfrute todos al máximo, dentro de lo permitido por las restricciones".

El Clavario aguarda con especial emoción la llegada de la Misa Pontifical del domingo, uno de los momentos con mayor significado para todos los fieles, en la que los fuertes lazos espirituales que unen a los devotos con la Virgen se estrechan en una ceremonia muy importante.

Sin duda, pese a que las medidas establecidas para garantizar la seguridad de los participantes harán de esta ceremonia un momento inédito, Román verá cumplido uno de sus sueños, honrando a la Mare de Déu. Durante esta jornada, el Clavario, compartirá con ella uno de sus deseos más fervientes "la salud para todos y la pronta finalización de esta horrible pandemia", para lo cual el Clavario no duda en solicitar que la Lledonera "continúe arropándonos con su manto como hasta ahora y nos de mucha fuerza a todos", manifiesta con emoción.