La Diputación de Castellón estudia dar salida al mural cerámico del artista Juan Ripollés comprado hace 21 años por la institución por cerca de 140.000 euros y que apareció abandonado en una de las estancias del cocherón provincial.
El área de Cultura abordará con los técnicos de la casa si es viable la recuperación de la obra y, de hecho, la diputada delegada, Ruth Sanz, ha contactado este jueves con el creador, a quien trasladó "nuestra clara intención de recuperar una obra que costó tanto dinero público y que los anteriores gestores políticos de la institución provincial habían dejado olvidado en un almacén”.
Sanz ha explicado que “Ripollés ha dejado patente su sorpresa por el hallazgo, porque pensaba que ya no sabría nunca dónde había acabado”, a la vez que ha detallado que “lo primero que tenemos que hacer es ver si están todas las piezas y si, tras más de 20 años, encajan como toca, además de analizar su estado de deterioro por su mala conservación”, algo que asegura ha lamentado el artista. “Por nuestra haremos todo lo posible por ver si se puede dar salida al trabajo de Juan Ripollés”, ha afirmado la diputada.
Composición
Tal y como han dado a conocer esta misma semana la responsable de Cultura, acompañada de la de Patrimonio, María Jiménez, la obra titulada Canto a Castellón y sus pueblos conforma una estructura de 29 metros de altura y 13,5 de alto y está compuesta por 106 palets, hasta ahora envueltos en polvo, con 66.000 cuadrículas y 8.000 piezas cerámicas en su interior.
La intención de la corporación, cuando adquirió la creación en el año 2000, pasaba por su colocación como obra emblemática provincial en la fachada de un edificio que da al patio del Espai Cultural Obert Les Aules, en la plaza que lleva el mismo nombre en la ciudad de Castelló.
