Es el máximo responsable de la asociación nacional que agrupa a las empresas de maquinaria y bienes de equipo para la cerámica, Asebec. En la conversación traza el presente y el futuro de uno de los grandes aliados de la principal industria castellonense.

En el balance del 2020, destacaron que ahora hay un ‘boom’ inversor. ¿A qué se debe?

Durante estos últimos años se da un cambio de tecnología muy acusado. Esos cambios obligan a adoptar modificaciones en sus instalaciones y una mejora. Entre estos saltos cualitativos se da el inkjet y el esmaltado digital. También la adopción de los grandes formatos, esto ha hecho un salto cuantitativo y cualitativo. El otro gran cambio es el tecnológico, que se une a una economía globalizada, con mucha liquidez en fondos de inversión. Las empresas se agrupan y eso supone que haya nuevas modificaciones de instalaciones industriales y plantas. 

Los planes de transición ecológica afectan de lleno al azulejo. En el 2030 hay que reducir a más de la mitad las emisiones de CO2. ¿Se llegará a tiempo?

Es un handicap, marcado por una hoja de ruta de la UE que nos obliga a reducir en un 55% respecto al 2008, y presumiblemente en el 2050 prácticamente la industria tiene que ser neutra en emisiones. El reto del 2030, aunque parezca lejano, está muy cerca, menos de nueve años. Tendrán que cambiar las tecnologías, para pasar del gas a probablemente hornos eléctricos. También a unos sistemas de fabricación más eficientes. Pensamos que es factible si las energías renovables son más baratas, con costes similares o incluso menores a las de ahora.

Hacía mención a la adopción de los hornos eléctricos. También está la opción del hidrógeno verde que se está investigando. ¿Por cuál de estos modelos apostaría?

Hemos hecho la prospección y tenemos claro que los hornos eléctricos ya existen, y que es una tecnología que vemos que funciona. Con los datos de ahora, el sobrecoste es sobre cuatro veces más. Pero en horno que use en parte el hidrógeno, ese sobrecoste sería sobre 9 veces más. Además, el eléctrico da un paso más directo, porque el hidrógeno hay que sacarlo de la energía eléctrica para luego dar energía térmica que caliente hornos. Luego hay otro asunto, que es la generación de energías renovables, Si hablamos de la solar fotovoltaica, por la noche no se genera, con lo que hay que pensar un modo de almacenarla para mantener las máquinas y hornos en funcionamiento por la noche. Es ahí donde habría que investigar en pilas de combustible y tendría cabida el hidrógeno. 

Sea como sea, todos estos proyectos requieren de fondos europeos para ser realidad cuanto antes. ¿Qué expectativas tiene el sector de la maquinaria?

En Madrid son conocedores de los planes presentados, como en la reciente visita del director general del Ministerio de Industria a Castellón, y le dimos a conocer que nuestros planes son válidos y de futuro, y que requerirán de financiación europea. El dinero de Europa procede de nuestros impuestos y ese dinero tiene que volver en forma de investigación para que nuestra industria genere crecimiento, y puestos de trabajo.

La tecnología italiana está considerada como la líder mundial en la cerámica. ¿Tiene España condiciones para llevar la delantera?

En estos momentos nosotros, en cuanto a temas como la impresión digital, ya hemos tomado la delantera a la industria italiana. Son los italianos los que ahora han acogido esta tecnología. Ahora bien, los italianos tienen una gran capacidad inversora,y debido a que el Gobierno impulsa al sector, que apuesta muy fuertemente por la industria. En España no es igual. Tenemos muchos problemas para asegurar ventas en el exterior, para tener I+d+I y ayudas al crecimiento de la industria, a diferencia de Italia, pero aun así estamos en niveles similares y tenemos tecnologías de transición energética a su altura.

¿Hay movimientos de concentración en el segmento de la maquinaria cerámica?

Tenemos la situación de los fabricantes de esmaltes y fritas, que en cuanto es un sector líder y pionero en el mundo encabezado por empresas españolas, han recibido el interés de fondos y procesos de fusiones. En Italia las grandes empresas de maquinaria han ido adquiriendo a competidores y empresas más pequeñas de su propio país. Pero en España no ocurre de momento, ya que se da un crecimiento orgánico, sin comprar otras unidades productivas competidoras. Además en nuestro país se da un grado de colaboración muy estrecho para lograr determinados fines. 

Contemplan que hay que ampliar las plantillas de sus empresas entre el 5 y el 20% ¿Hay suficiente mano de obra cualificada?

El cambio tecnológico hace que el personal técnico cambie. Estamos en la transición energética y la digitalización. Trabajamos con la guía Asebec 4.0 del sector cerámico y hemos hecho webinars. Esto implica que la cerámica busque personal con un perfil tecnológico que esté preparado. Se necesita más personal a todos los niveles, tanto en grados universitarios como gente de FP que no solo sean mecánicos o torneros, sino también programadores.

La maquinaria está presente cada dos años en Cevisama. Feria Valencia está inmersa en un proceso de cambios para salvarla de la crisis. ¿Cómo les gustaría que fuera la gestión del recinto ferial y cómo les gustaría que fuera Cevisama cuando regrese?

Insistiremos en lo que ya que se ha pedido, que es poder tener nuestro evento de maquinaria anualmente y que en el año que viene haya un gran pabellón tecnológico que atraiga a más empresas y visitantes de todo el mundo a Cevisama y nuestro clúster. Y que estén tanto nuestro sector como los fabricantes de colorantes, fritas y esmaltes, que también son pioneros en tecnología en todo el mundo. Deseamos que el pabellón tecnológico sea realidad.