La provincia de Castellón ha estrenado esta semana los nuevos límites de velocidad en las zonas urbanas, lo que obligará a los conductores a moderar el uso del pedal del acelerador, restringido en la mayoría de las vías de las ciudades y municipios castellonenses a 30 km/h, para evitar posibles sanciones que pueden castigar tanto la economía como los puntos de carnet, dependiendo de la gravedad de la infracción.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, atendió a los usuarios a través de las redes sociales de la DGT en el primer día de la aplicación de estos límites de velocidad y entre los conductores y conductoras que participaron en el encuentro virtual una de las principales cuestiones era conocer los planes de la DGT para regular el uso de la bicicleta y que los ciclistas también cumplan las normas establecidas, uno de los puntos que más quejas provoca entre automovilistas y motociclistas.

"¿Por qué no se multa a los ciclistas?" fue una de las cuestiones que se le planteó a Navarro, cuya respuesta da a entender que a partir de ahora Tráfico aumentará el control de las infracciones cometidas por ciclistas. "Hubo una primera fase en la que había que promover el uso de la bici y tuvimos más tolerancia. Ahora estamos en la segunda fase y habrá que aplicar las normas de disciplina que sean necesarias. Ya toca hablar de derechos y también de obligaciones", apuntó el director dela DGT.

Las manifestaciones de Navarro son una advertencia en toda regla a los ciclistas, a los que insta a ceñirse a la normativa. "Las normas son para todos y los 30 km/h tendrán que respetarlos también las bicicletas", recalcó Navarro, aunque de momento descarta la imposición a los conductores de vehículos sin motor de alguna clase de licencia, matrícula, seguro o, incluso, el pago de impuesto de circulación que les equipare con el resto de vehículos que transitan por las vías españolas.