En la lucha antimosquitos, la planificación es tan importante como la acción. Es por ello que la Diputación ha reactivado ahora las reuniones técnicas con los representantes municipales para encarar con éxito la temporada estival, ya que en cuestión de semanas se iniciarán los meses de mayor actividad e incidencia de los dípteros. Tras uno de los meses de abril más lluviosos de los últimos años y un inicio húmedo de mayo y ante la llegada del calor, los técnicos han hecho un llamamiento a intensificar las tareas de vigilancia y control para prevenir la proliferación de mosquitos y Diputación asegura que sus equipos de fumigación están supervisando de manera permanente los puntos calientes.

La institución reunió este miércoles a los municipios de la provincia para perfilar las actuaciones de prevención y eliminación de focos de mosquitos. Una cincuentena de ayuntamientos respondió al llamamiento vía telemática de la diputada del Medio Natural, María Jiménez, quien vio «imprescindible escuchar las necesidades de cada pueblo para poder adaptar las intervenciones a los territorios y ganar en efectividad».

Los asistentes al encuentrocontaron con el asesoramiento de especialistas de la Universitat de València, comandados por el catedrático Ricardo Jiménez, y se ha recuperado la colaboración de la Generalitat valenciana.

Este catedrático señaló que a las reuniones asistieron los técnicos y fue «una toma de contacto para ver cómo vamos a funcionar. Mantendremos otra a primeros de junio», señaló. El especialista apuntó que las previsiones se presentan buenas para la lucha antimosquitos. Pese a todas las lluvias y salvo en algunos enclaves, este experto señala que el terreno está seco y no hay problemas especiales, ni en medio urbano ni en natural. «Hemos estado tratando en todas las zonas de marjalería, que es donde ha habido algo más de problemas, quizá más focalizado en Nules, Benicàssim, pero se ha tratado bien», apuntó. No obstante, hasta ahora las mínimas han sido bajas, lo que ha contribuido a tener bajo control las poblaciones. Con todo, «la cosa cambiará a partir de ahora porque, sobre todo en el litoral, tenemos ya temperaturas mínimas muy altas, de quince y dieciséis grados y eso hace que se aceleren los ciclos», indicó.

De hecho, estos últimos días los vecinos han comenzado a sufrir los efectos de las molestas picaduras de los dípteros. «Nosotros estamos atentos, seguimos con nuestras revisiones y mandamos los informes a los ayuntamientos», señaló el catedrático, recordando que las empresas son las que tienen que hacerlos en su zona de competencia.

La voluntad de la diputada es que las mesas de trabajo sean periódicas para poder así evaluar el desarrollo del plan provincial antimosquitos y plantear nuevas actuaciones de ser necesario.

Un millón de presupuesto

El dispositivo contra los mosquitos de la Diputación está activo todo el año con más de un millón de euros. Así, mantiene brigadas para actuar si se detectan focos y se hacen estudios periódicos.