Las previsiones se han cumplido y Castellón ha notado este fin de semana el impacto de las fronteras ya abiertas tras el cierre perimetral, un factor que unido al buen tiempo, ha llenado los municipios turísticos de bañistas, en la playa, y visitantes, en el interior.
Peñíscola, Benicàssim, Orpesa o Morella han registrado más desplazamientos de tráfico y una afluencia «más notable», por encima de la habitual, tal y como han confirmado fuentes municipales. Visitantes, propietarios de segundas residencias o la llegada de familiares para ver a sus parientes después de varios meses por las restricciones del covid-19, ahora que ya tenían varios días seguidos para disfrutar. Todo ha sumado. Satisfacción también de la hotelería (con previsión de ocupación del 60% de los alojamientos abiertos, todavía no todos) y la restauración, con terrazas llenas gracias a un buen tiempo que seguirá este domingo, con el mercurio en ascenso.
Máximas de 34ºC en la Vall d'Uixó
De hecho, la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) es que este domingo se superen los 30ºC (imagen del tuit), llegando a los 34ºC de máxima en la Vall d’Uixó, 31 en Castelló, 29 en Morella o 27 en Vinaròs.
En Morella el ambiente ha sido muy concurrido, con cientos de visitantes a los monumentos de la ciudad amurallada, que también han disfrutado de la gastronomía local en interior y terrazas.
El párking de caravanas de la capital de Els Ports también ha presentado una alta ocupación y la N-232 ha registrado cifras de tráfico muy superiores a los últimos meses, con centenares de coches que se han desplazado desde el interior de Castellón y Teruel hasta la costa.
El dispositivo antibotellón y de control del protocolo covid continuará en la noche de este sábado, tras un viernes tranquilo, salvo por una fiesta nocturna abortada en Peñíscola tras una denuncia vecinal «por molestias de ruidos, a la medianoche, con ocho jóvenes, en la urbanización Estrella Blanco, en las afueras».
Con información de: María José Sánchez y Javier Ortí.
