El presidente de la Diputación, José Martí, cree que ha llegado el momento de revisar la normativa por la que se rigen las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) «para que la necesaria e irrenunciable protección de nuestro patrimonio natural no suponga un freno al desarrollo económico de las poblaciones de interior de la provincia de Castellón». Según ha explicado, «las distintas administraciones tenemos que afrontar el reto de que nuestra inequívoca vocación de proteger los excelentes paisajes con los que contamos no impida la apertura de negocios y la celebración de pruebas deportivas que ayuden a generar actividad económica en el entorno, crear puestos de trabajo y fijar población al territorio».

Y es que una de las últimas problemáticas surgidas, como informó Mediterráneo, es el hecho de que los ciclistas sigan sin poder circular por las sendas de los parajes naturales de la provincia. La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente considera que el paso de las bicicletas por estos espacios supone un daño medioambiental para el entorno y las especies que los rodea, así como puede suponer un peligro para los senderistas que los recorren.

Explotaciones agropecuarias

En similares términos a Martí se pronunció el diputado de Desarrollo Rural, Santi Pérez, quien defendió que «las ZEC no pueden convertirse en un impedimento para la apertura de explotaciones agropecuarias y de otro tipo en nuestros pueblos», argumentando que «la protección paisajística y la generación de oportunidades deben ser dos caras de una misma moneda».

Pruebas deportivas

Por su parte, la diputada provincial de Deportes, Tania Baños, defendió la celebración de pruebas deportivas en el medio natural sostenibles y respetuosas con el medio ambiente «porque el deporte es salud y porque este tipo de competiciones están encaminadas a generar actividad económica en el interior.

Martí, Pérez y Baños están convencidos de que las razones expuestas «son de peso y deberían llevar a la Generalitat Valenciana a acometer cuanto antes la revisión de las normas por las que se rigen las ZEC, aclarando y matizando el tipo de actividades que se permiten y prohiben.

El presidente señaló que «no habría catástrofe medioambiental mayor que gran parte de nuestro territorio despoblado». Según explica, «nuestro interior es una joya que, sin gente, no lo sería tanto y no tendría sentido». Martí puso en valor el consenso existente en esta materia en la Diputación de Castellón, que permitió aprobar en el pleno del pasado martes una declaración institucional respaldada por los cuatro grupos políticos instando a la Generalitat a introducir mejoras en la gestión de estas zonas protegidas.