El martes 1 de junio. Es la fecha en la que 142.000 hogares de la provincia de Castellón acogidos a la tarifa de precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), la regulada por el Gobierno, experimentarán un notable cambio en la factura de la luz.

Ahora bien, que la modificación del modelo que rige la facturación de la electricidad conlleve un ahorro dependerá directamente de cada consumidor, pues el coste de poner una lavadora será muy distinto si se hace un martes a las 06 o a las 11 horas.

Minimizar el impacto obligará pues a un cambio de hábitos en las familias, tal y como explica el secretario general de la Unión de Consumidores de Castellón, Juan Carlos Insa, quien advierte que «la factura se puede disparar».

Las condiciones

El nuevo modelo recurre a una discriminación horaria tanto para la potencia como para la energía que se consuma. En el caso de la potencia, será más barata por la noche y los fines de semana, por lo que se abrirá la posibilidad de contratar dos potencias distintas para los diferentes periodos establecidos. Mientras, en el consumo, el periodo valle será el comprendido de lunes a viernes por las noches y los fines de semana todo el día.

El objetivo de la medida, según el Gobierno, es el de incentivar el traslado del consumo eléctrico desde las horas de máxima demanda a otras en las que las redes de transporte y distribución se encuentran menos saturadas, lo que reducirá la necesidad de llevar a cabo nuevas inversiones en dichas infraestructuras. Sin embargo, todo ello conlleva «cambios profundos en el modo en que se debería llevar a cabo el consumo», señala Juan Carlos Insa.

El secretario general de los consumidores apunta que «al final los hábitos tienen que modificarse, ya que en caso contrario la factura se puede disparar» y considera que «ahorrar va a ser complicado, pues la factura en muchos casos se incrementará o seguirá igual».

Si bien, en el lado positivo figuran las segundas residencias, donde la nueva facturación «sí que va a ser muy favorable», dice Insa, al estar los fines de semana por completo incluidos en la franja horaria considerada como valle, con el precio más bajo.

Sin aviso

La falta de información respecto a la nueva tarifa y sus peculiares características constituye la principal problemática para la organización de consumidores. Su secretario general critica que «no es un cambio estético, sino uno de gran calado que hubiera requerido mucha más explicación a la ciudadanía».

«Muchos se enterarán del cambio a través del próximo recibo cuando vean el precio disparado», lamenta Insa, quien reclama en voz de la entidad «una información mucho más fuerte» con tal de que los consumidores acogidos a esta tarifa comprendan el nuevo modelo y adapten su consumo o escojan la potencia en base a las necesidades reales y también a la posibilidad de ahorrar.