Las parejas interesadas en contraer matrimonio en la provincia ya tienen una nueva alternativa desde hace un mes. El 30 de abril entró en vigor en nuestro país un cambio de normativa que refuerza el papel de los notarios en las tramitaciones. Algo que se ha traducido en un aumento de peticiones. Así lo indica José Vicente Malo, notario de Castelló y tesorero del colegio que agrupa a estos profesionales en la Comunitat. «Se ha notado un considerable incremento en las llamadas de gente demandando información, y ya se hacen las primeras tramitaciones», explica.

Desde el año 2015 se pueden celebrar contratos matrimoniales en notarías, pero la gran diferencia de ahora tiene que ver con los trámites previos. «Desde ahora los contrayentes ya no tienen que acudir previamente a un registro civil para conseguir la documentación necesaria», explica Malo, al asimilar sus funciones con las de la autoridad pública.

Aún así, avisa de que hay aspectos a tener en cuenta, ya que no existe la libertad de elección. La solicitud hay que hacerla ante cualquier notario, o bien por vía telemática, pero hay un proceso de asignaciones marcado, «tal y como antes ocurría con el profesional del registro civil que a uno le correspondía de manera aleatoria», detalla. Cuando todo el trámite queda concluido, sí se puede elegir ante quién se hace la formalización del matrimonio.

Castellón cuenta en estos momentos con 47 notarios, de los que 11 corresponden a la capital. Algunos de ellos ya están en fase de tramitar expedientes, y tal y como asegura José Vicente Malo «el proceso irá a más, después de unas semanas en las que ha estado adaptando la aplicación práctica de las nuevas normas».

Rapidez

El principal punto a favor que tiene acudir al mismo despacho que trata herencias o compraventas de viviendas es la rapidez en culminar todo el proceso. «El registro civil suele tardar de cuatro o cinco meses en tener la documentación lista, mientras que en una notaría el plazo puede acortarse y estar listo en solo un mes», menciona.

Pese a este dato, hay circunstancias que pueden variar. El caso más sencillo es el de las uniones entre españoles y solteros. La complejidad se incrementa si alguno de los contrayentes ha nacido en otro país, o hay que consultar la documentación referente a matrimonios anteriores.

La otra gran diferencia tiene que ver con los costes. Acudir al registro civil es gratuito, mientras que estos fedatarios requieren del pago de una serie de honorarios tasados. José Vicente Malo expresa que los futuros casados «deben abonar una provisión de fondos, que se resolverán cuando termine la tramitación correspondiente».

Evolución

Las opciones más usuales para celebrar un matrimonio son las tradicionales ceremonias religiosas, los juzgados o los espacios habilitados por los ayuntamientos. Los notarios tienen la potestad desde el año 2015, y hasta diciembre del pasado año fueron 247 las parejas castellonenses que optaron por esta modalidad. Como en los demás casos, el número se redujo drásticamente a raíz de la pandemia, de modo que de las 76 parejas formalizadas en el 2019 se pasó a 40 en el año siguiente. «Acudir a casarse a la notaría no iba a más al tener que depender igualmente del registro civil, pero las impresiones de estas primeras semanas indican que la tendencia va a cambiar», tal y como concluye José Vicente Malo. 

Asesoramiento sobre régimen matrimonial

Además de la agilidad a la hora de tener resueltos todos los papeles, otra de las ventajas para optar por esta modalidad tiene que ver con un mayor asesoramiento sobre el régimen matrimonial, para optar entre la separación de bienes o en gananciales. 

Desde el 2008 al 2016, los matrimonios en la Comunitat eran preferentemente por separación de bienes, tras la entrada en vigor de un cambio en el Estatut d’Autonomia. Pero posteriormente se anuló el derecho foral valenciano que establecía esta medida. Una serie de variaciones que causan confusión, y que estos fedatarios pueden aclarar.