Si trabaja en una empresa del sector servicios en Castellón y es mujer tiene más probabilidades de sufrir enfermedades asociadas a su profesión, como resultado de las tareas del día a día. Limpiadoras de pisos o encajadoras de almacenes cítricos --ocupación incluida según la clasificación de actividades económicas en comercio, y no en agricultura-- figuran, por citar dos ejemplos, entre las más afectadas por trastornos músculo-esqueléticos, atribuidos, entre otros factores, a tareas repetitivos en las que se fuerzan elementos del cuerpo que causan lesión. Recientemente, en España, por primera vez, se ha reconocido como enfermedad profesional el contagio de un sanitario por covid-19., en concreto, de un auxiliar administrativo que trabajaba en un hospital.

En relación al género, la incidencia es muchísimo mayor entre las profesionales mujeres, con el 62% de partes --sobre todo, de empleadas de limpiadoras y personal de tiendas, almacenes citrícolas y restauración. El otro 38% corresponde a hombres enfermos, a raíz de puestos de construcción, sector primario y hostelería. 

En el último año, en las empresas castellonenses los partes comunicados por las mutuas de lesiones o enfermedades provocadas por el puesto de trabajo ascendieron, entre abril del 2020 y marzo del 2021, a 331 (279 casos menos que en el mismo intervalo anterior), una caída de prácticamente a la mitad. Un efecto del año covid y del consiguiente descenso de actividad económica y del tiempo trabajado en general, en especial, en ciertos sectores. 

Enfermedades profesionales en Castellón.

Ladrillo y campo, a la cola

En empresas de servicios se da el 70% de los casos de afecciones, seguido a mucha distancia por la industria, algo menos en construcción; y en el último lugar, la agricultura, con poquísimos partes (ver infografía). Pero otra cosa es la incidencia, la proporción en base al número total de trabajadores. En Castellón en los últimos 12 meses han estado expuestos a enfermedades de origen laboral unos 226.663 empleados. El resultado: 146 casos por cada cien mil, de nuevo, la mitad que un año atrás, debido al impacto de la crisis económica y laboral a raíz de la pandemia del coronavirus, y que desvirtúa la comparativa anual.  

Según la incidencia en Castellón, en porcentaje sobre el total, los problemas de salud laboral son mayores en construcción, con 207 casos por cada cien mil; seguido del campo, 98,5; industria, 156; y servicios --con más volumen de profesionales--, de 133. El informe de la Administración autonómica apunta que el agente causante de forma contundente, en más del 90% de los casos de una enfermedad profesional, es físico (por un movimiento reiterado de una parte del cuerpo o una postura forzada, por ejemplo). En segundo lugar figuran otros sin determinar, en torno a un 4%; los agentes químicos, casi un 2%; a continuación, con igual porcentaje de casos, el 0,6%, constan los partes de trabajadores enfermos por inhalación de sustancias o por la exposición a agentes biológicos;y en último lugar, el grupo 6, con una incidencia del 0,3%, que corresponde a cancerígenos. 

Sílice cancerígena

En Castellón entre las enfermedades profesionales con riesgo de que la exposición de trabajadores pueda llegar a producir un cáncer está el impacto del polvo respirable de sílice cristalina. Y es que tras un cambio normativo se considera ya como agente cancerígeno (de pulmón) --en lugar de químico, como hasta ahora--, por lo cual la regulación en los centros de trabajo será más estricta de lo que ya era. Hay empresas cerámicas que ya instalaron cabinas de aire para limpieza del polvo antes de entrar en zonas comunes.

En el otro extremo, con cero casos de enfermedad profesional comunicados, está el caso de profesionales de la cultura y el espectáculo, empleados de bibliotecas, administrativos sin tareas de atención al público, entre otros.