Las restricciones contra el coronavirus empiezan a amainar y el sector turístico de la provincia mira el futuro con cierto optimismo, con la vista puesta en este verano, donde se espera recibir el respaldo del turismo nacional, el principal mercado de visitantes que optan por Castellón para disfrutar de sus vacaciones. Ahora que la incidencia del covid-19 se estabiliza, el ritmo de vacunación avanza a buen ritmo y las limitaciones son cada vez menores es momento para hacer balance de los daños que ha sufrido uno de los pilares fundamentales de la economía de la provincia de Castellón. 

Y es que, a pesar de los duros reveses y pérdidas millonarias por unas estrictas medidas anticovid durante meses, el sector ha mostrado su arraigo y fortaleza como constata el hecho de que no haya previsto que ningún establecimiento hotelero baje la persiana, así como porque solo entre un 10 y un 15% de bares y restaurantes hayan cerrado de forma definitiva, según datos de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo (Ashotur).

«Ningún hotel ha cerrado, se encuentran hibernando, en parte gracias a los ERTE, pero no se ha destruido este sector productivo», explica el vicepresidente de la patronal turística, Luis Martí, quien insiste en que las previsiones para la temporada alta, es decir, la época estival son «buenas y positivas y se espera que la recuperación coja cierta fuerza y se pueda trabajar con normalidad».

En este sentido, una imagen para la esperanza es la que ofrecieron ya el pasado domingo las decenas de personas mayores de la provincia que empezaron la temporada de viajes gracias al programa de turismo social de la Diputación Castellón Sénior.

Jubilaciones

En cuanto a la hostelería, la patronal castellonense lamenta el cierre de algunos establecimientos y constata que aquellos que ya no han abierto no lo harán. Además, Martí explica que hay locales que han decidido no continuar al acogerse sus propietarios a la jubilación dadas las circunstancias económicas derivadas de la pandemia.

Y es que, aunque el golpe se ha podido amortiguar con redefiniciones de deuda o recurriendo a los créditos ICO, el sector acumula pérdidas millonarias. El pasado año fueron de 2.000 millones y en el primer cuatrimestre de este ejercicio se elevan a 500 millones. 

«Los años 2018 y 2019 fueron de récord, de vacas gordas y el sector cogió impulso, pero ahora se ha quedado sin reservas y ya no aguantaría un nuevo cese de la actividad», remarca Martí, quien confía en que, si la situación epidemiológica sigue así y la vacunación avanza, en octubre se pueda dar por pasada la pandemia y recuperar la actividad de antaño

Horario y aforos

En cuanto a las restricciones actuales, que concluyen el próximo lunes 7 de junio, cuando se espera el fin del toque de queda y una ampliación de horarios en la hostelería, desde Ashortur reclaman también incrementar el aforo interior de los establecimientos hosteleros, que ahora está en el 50%. «Nos gustaría poder alargar el horario de cierre, pero queremos ir poco a poco para no retroceder cara al verano», subraya Martí.

Testimonio

El 80% de la planta hotelera de Peñíscola, la localidad más turística de la provincia, ya ha reabierto sus puertas con una media de ocupación del 75% durante el pasado fin de semana. Una ocupación que podría ser mayor si no hubiera la actual limitación de aforos en las instalaciones, como ocurre en la restauración. Uno de los establecimientos que reabrió el pasado viernes sus puertas fue el Gran Hotel Peñíscola y lo hizo motivado por los cerca de 1.200 huéspedes que espera del programa de viajes ‘Castellón Sénior’ de la Diputación, los primeros 350 llegaron el pasado domingo.

«Es el primer programa de turismo social que se reactiva en España, nos permite tener ocupación entre semana hasta la llegada del verano», explica el director del Gran Hotel Peñíscola y presidente de la patronal Agretur, Francisco Ribera.

Esta reactivación ha permitido rescatar del expediente de regulación de empleo (ERTE) a todo el personal, cerca de 110 trabajadores, aunque confía en las próximas semanas poder aumentar la plantilla hasta las 150.

«El volumen de reservas que ya tenemos los hoteles de Peñíscola aventuran que la cosa va a ir bastante bien. Esperamos dar un buen mordisco a los resultados negativos que llevamos acumulados», apunta Ribera.

El ocio nocturno "se muere"

El subsector dentro de la hostelería que más ha sufrido la pandemia es y sigue siendo el del ocio nocturno, tras 15 meses sin poder abrir con el horario de antaño. El presidente de la asociación On Castellón, Carlos Sánchez, explica que en la provincia de Castellón había cerca de 120 locales, entre pubs y discotecas, de los cuales entre el 30 y 40% no ha aguantado y se ha visto obligado a cerrar “por las deudas”. “Hemos tenido que seguir afrontando gastos sin tener ningún tipo de ingreso y eso es muy complicado se soportar”, afirma Sánchez, quien confía en que, si la situación económica mejora, algunos de estos establecimientos puedan reabrir sus puertas en manos de otros propietarios.

En cuanto a una relajación de las restricciones, tras el fin del toque de queda, Sánchez detalló que solo hasta que haya una diferenciación de horarios entre la hostelería y el ocio nocturno este podrá recomponerse. “Si deciden alargar el horario hasta las 02.00 horas, pero los bares pueden abrir hasta las 01.30 horas, por licencia, el ocio nocturno estará muerto, porque la gente se queda en los bares a hacerse una copa”, lamenta.