El grupo empresarial Pamesa apuesta desde hace años por medidas para reducir la factura energética y la huella de carbono en su actividad. Su presidente, Fernando Roig, destacó en la reciente presentación de resultados del 2020 el hito que supone contar con la mayor instalación de placas solares para autoconsumo de Europa, que ahorran 11.758 toneladas en emisiones a la atmósfera. «Equivale a 600.000 árboles», detalló.

La mayor parte de las instalaciones fotoeléctricas están en la cubierta de los almacenes de sus parques logísticos, con el de Onda como principal muestra. Las medidas medioambientales de esta industria azulejera también pasan por el reciclado del 100% del agua destinada a procesos de fabricación, así como al reaprovechamiento de materiales desechados. Entre el 6 y el 8% de lo que producen tiene como origen el reciclaje de materias, según apuntó. La industria también reutiliza palés y tiene una política de residuo cero en sus procesos.

Mina

El presidente de Pamesa hizo mención al proyecto de tener una mina en El Puig, con el objetivo de contar con materias primas de proximidad. «Supondría el ahorro de 680.000 kilómetros anuales en desplazamientos y una equivalencia de 532 toneladas de CO2», comentó. La tramitación lleva ocho largos años, algo que fue criticado por Fernando Roig, quien mostró su queja por el retraso de la Administración para poner en marcha una inversión.

Una visión menos positiva fue la referente a los costes por los derechos de emisión de CO2. «El año pasado pagamos 6,3 millones de euros», dijo, un precio que se incrementará en gran medida este 2021 debido a una escalada de precios ocasionada por «movimientos especulativos y fondos». Por eso reclamó variar los criterios que deben asumir las industrias por sus emisiones, que en el caso de la cerámica proceden fundamentalmente del uso del gas natural para los hornos y atomizadoras. «Los derechos valían de 22 a 23 euros la tonelada en el 2020, ahora superan los 50 y a finales de año estarán entre los 60 y 70», avanzó. Un aumento de costes que se suma a la subida de los precios del gas natural, que el principal directivo valoró en un 25%. 

Las dudas sobre el hidrógeno verde

Parte del clúster azulejero opta a las iniciativas para ser financiadas con fondos europeos para el desarrollo del hidrógeno verde como sustituto del gas natural. Una postura que no comparte Fernando Roig. «Es de cuatro a seis veces más caro, creo que el hidrógeno puede ser una buena materia prima para una empresa farmacéutica alemana, pero para el sector cerámico, a corto plazo, lo veo más que complicado». Además, incidió en el elevado consumo energético que requiere. Tampoco ve viable la electrificación de los hornos. Ante los actuales plazos para la descarbonización de la industria en Europa indicó: «No estoy en condiciones de saber el futuro, pero será muy difícil seguir, o nos tendremos que ir de aquí si no podemos».