El 2021 va camino de convertirse en un año con récord de producción para el azulejo de Castellón. La industria cerámica, la joya de la corona de la economía provincial, va como un tiro y ha cerrado el primer cuatrimestre del año con un incremento del 33,2%, la cifra más alta desde que hay registros, en enero del 2003. Nunca antes había crecido tanto como ahora y eso que el sector tiene muchos frentes abiertos. ¿Los más importantes? El alza del coste de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) y el imparable incremento del gasto en logística.

Los datos que publica el Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana, con cifras del INE, revelan que durante los cuatro primero meses de este año la producción azulejera se ha disparado, y si se analiza solo el mes de abril el rebote ha sido histórico. Nada menos que el incremento ha sido del 150% respecto al mismo mes del año pasado. No obstante, la subida tiene truco ya que abril del 2020 fue el mes del gran confinamiento en el que las empresas de los sectores no esenciales bajaron la persiana durante quince días, y en el que la producción cerámica descendió casi un 60%. Pero aún así, el azulejo es uno de los sectores industriales de la Comunitat que más creció, solo por detrás del material del transporte (913%), cuero y calzado (190,8%) y la metalúrgica (167,8%).

El azulejo es uno de los sectores valencianos que más crece, aunque desde la patronal cerámica insisten en no ver el vaso tan lleno. «Los fuertes aumentos se deben a una base de comparación excepcionalmente baja, ya que coincide con los meses más duros de la pandemia a nivel económico», explicaron desde Ascer. 

Las cifra son las que son y demuestran que la producción cerámica ya supera con creces la registrada antes de la llegada de la pandemia. Y todo apunta a que la buena racha seguirá, dado que todas las voces del sector pronostican que 2021 volverá a ser un año de crecimiento. Así lo asegura, por ejemplo, la consultora Deloitte que durante la presentación de la memoria de 2020 del sector destacó « las buenas expectativas de crecimiento del azulejo» y la reactivación, a medio plazo, de las operaciones de adquisición o integración de empresas.

Los expertos de Deloitte hablan de un año con los números al alza y al Grupo Pamesa, uno de los gigantes del sector, tampoco le cabe ninguna duda. Tras cerrar el 2020 con una facturación de casi 783 millones de euros, la empresa que dirige Fernando Roig prevé crecer este ejercicio un superlativo 45%, hasta alcanzar una cifra de negocio de 1.100 millones y un beneficio de 100 millones. 

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