La pandemia ha sacado a la luz muchas debilidades y en Castellón ha acentuado los problemas que ya tenía el sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad y las prestaciones futuras. A la espera de que se jubile la generación de los baby boomers (nacidos entre 1956 y 1964), con carreras de cotización muy largas y sueldos elevados, la destrucción de empleo por el covid, el envejecimiento y una natalidad que sigue bajo mínimos han hundido todavía más la llamada tasa de dependencia, que mide el número de trabajadores por pensionista. En la provincia ya se sitúa en 1,77, lejos de los 2,5 que se considera ideal para el equilibrio financiero del sistema.

Los últimos datos que maneja el Ministerio de Seguridad Social revelan que la provincia finalizó el mes de mayo con 236.011 afiliados (la cifra no incluye a los desempleados) y 133.340 pensionistas. Por tanto, la relación es de 1,77 cotizantes activos por cada pensionista. O dicho de una manera más clara: un trabajador paga más de la mitad de la prestación de un pensionista.

La tasa de dependencia ya sitúa por debajo de los dos afiliados por jubilado y, pese a la mejora laboral de los últimos meses, está años luz de la registrada, por ejemplo, en el año 2008, cuando era de 2,3. Y lo peor de todo es que de aquí al 2050 la ratio empeorará, dado que las previsiones apuntan a que a mediados de siglo tan habrá solo tres cotizantes por cada dos pensionistas, o, lo que es lo mismo, un afiliado y medio por cada perceptor de una pensión.

El panorama en Castellón no es nada alentador como tampoco lo es en la mayoría de las provincias españolas. Y entre todas la palma se la lleva Orense, que no alcanza siquiera a un cotizante por pensión. En Lugo, León o Zamora apenas rozan los 1,1, mientras que en el extremo contrario se sitúan Melilla, Almería o Madrid, cuyas tasas son 2,96, 2,76 y 2,76, respectivamente. Castellón es, además, la provincia con peor ratio de toda la Comunitat: en Alicante se registran 2,02 afiliados cotizantes por cada prestación de jubilación, viudedad o invalidez, mientras que en Valencia la cifra se sitúa en 1,88, siempre según los datos de la Seguridad Social.

Cada vez más pensionistas

Pero, ¿cómo se explica que en apenas trece años la relación entre trabajadores y pensionistas haya pasado en Castellón de 2,3 a 1,77? La clave está en que durante todo este tiempo la provincia ha perdido 7.226 cotizantes (en 2008 los afiliados a la Seguridad Social eran 243.237) y ha ganado 16.897 pensionistas.

En Castellón cada vez hay más pensionistas y, además, sus prestaciones marcan récord año tras año. La pensión media en la provincia ya se sitúa en 921 euros (1.035 si se tiene en cuenta solo la de jubilación), mientras que en 2008 era de 626 euros.

Para recomponer la relación y alcanzar el equilibrio se necesita un avance intenso de la ocupación que, en caso de Castellón, serían la friolera de unos 100.000 puestos de trabajo.