Las lonjas de la provincia de Castellón capturaron cerca de 7.632 toneladas de pescado fresco y marisco local comercializado durante el 2020. Estos datos del censo de la flota pesquera operativa de la Generalitat valenciana suponen el 35,8% del pescado y marisco total en la Comunitat, un porcentaje ligeramente inferior al de 2019, que era del 36,2%. La de Castellón es de hecho la única de las tres provincias de la Comunitat que retrocede en la comercialización de Peix de Llotja con respecto al año anterior. Lo hace un 1% pese a que la tendencia autonómica es la de aumentar un 2,5% a lo largo de 2020.

Manuel Albiol, secretario de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores, achaca estos datos a varios factores. Por un lado, las vedas, que en el caso de Castellón duraron dos meses, el doble que en la provincia de Valencia; y por otro, que el 2020 fue un año «flojo» en cuanto a la captura de cerco. Además se unió el confinamiento por el covid. «Estuvimos amarrados mes y medio, más tiempo que en otros lugares», según explica a Mediterráneo.

Así, mientras las toneladas de pescado fresco comercializado crecen en Valencia (de 2.040 a 2.284) y Alicante (de 11.019 a 11.373), en la provincia de Castellón se baja de 7.711 a 7.632. Este descenso se hace patente en las cofradías de Castelló (de 3.420 a 3.290), Burriana (de 1.497 a 1.452) y Peñíscola (de 970 a 840). Por contra, los resultados suben en Vinaròs (de 1.132 a 1.344) y Benicarló (de 690 a 704). Las principales especies capturadas son el boquerón, la sardina, el salmonete de fango y la corvina.

A Europa

En total, la venta de Peix de Llotja generó unos 26,6 millones de euros en 2020. El director general de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat valenciana, Antonio Quintana, asistió este fin de semana al acto organizado en Castelló por Coincopesca, la organización que aglutina a las cofradías de la Comunitat. Allí explicó que la Conselleria del ramo está en conversaciones con el Gobierno de España para que el comisario europeo de pesca, Virginijus Sinkevicius, se desplace hasta la zona mediterránea para conocer las peculiaridades del sector en la zona, y tenga una visión real de la situación. 

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Cabe recordar que recientemente, el sector pesquero llevó a cabo una jornada de protesta para salvar la actividad, en peligro de extinción. La principal de sus demandas, aunque no la única, trata sobre los días que puede trabajar la flota de arrastre. Según el Plan de Gestión de la Pesca Demersal para el Mediterráneo aprobado por la Unión Europea, el permiso para las embarcaciones castellonenses queda lejos de los 190 días al año que consideran necesarios para que sea rentable un oficio que en las cofradías de la provincia genera 707 puestos directos de trabajo. 

CAMPAÑA CONJUNTA

La marca de garantía ‘Peix de Llotja’, gestionada por Coincopesca, nació en 2017 de la mano de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, junto a las federaciones provinciales de cofradías de pescadores. Esta marca pretende poner en valor la importancia del consumo del producto local, capturado en las lonjas de la provincia, y concienciar sobre ello a la ciudadanía. En total, en la provincia realizan tareas de pesca en alta mar 170 buques. Su porvenir está en el aire por las restricciones que ordena Bruselas.