El impacto evidente de la pandemia en la salud de los castellonenses muestra ya su huella en los resultados del movimiento natural de la población, encumbrando el número de fallecimientos en la provincia al valor más alto desde el 1939 y dejando en mínimos los nacimientos contabilizados durante el ejercicio del 2020.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este jueves los datos que evidencian las consecuencias de la crisis del covid-19 en la población, al agravar tendencias ya existentes como la caída de la natalidad y alcanzar valores récords.

Castellón contabilizó 5.686 muertes entre enero y diciembre del 2020, un crecimiento del 7,9% sobre el ejercicio previo. En cifras absolutas suponen unos 418 óbitos más, de los que se desconoce la causa concreta, aunque la Conselleria de Sanitat a fecha de 30 de diciembre --el último balance del año con cifras provinciales-- había notificado 383 decesos en el territorio de Castellón por covid.

Si bien, la nueva cifra representa la más elevada desde el 1939 en la provincia, cuando se produjeron 5.906 fallecimientos en un escenario todavía marcado por la Guerra Civil y las consecuencias derivadas del conflicto armado.

Mientras, el año de irrupción de la pandemia deja también un nuevo récord en cuanto a los alumbramientos, aunque esta vez de mínimos, pues los partos tocaron suelo con 4.144 nacimientos, un 6,8% por debajo del 2019, cuando fueron un total de 4.444, y muy similar al del año 1994, con 4.145.

Evolución de los nacimientos y las defunciones en Castellón MEDITERRÁNEO

La perspectiva

Con todo, existen dos indicadores que pese al covid no se han visto alterados en gran medida. El primero de ellos es la esperanza de vida que se fija en 82,64 años, por encima incluso que dos años antes de la estadística, cuando se encontraba en 82,39 años de media. Por sexos, es el femenino el que sufre el retroceso, pues el masculino crece en esperanza de vida en unas décimas.

El segundo valor es la tasa de mortalidad provincial, situada en 9,88, por encima de lo que es habitual, aunque apenas cinco centésimas en comparación una vez más con el balance del 2008. 

Los matrimonios, en suspenso

Si hay un registro sobre el movimiento natural de la población analizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que sufrió una caída abrupta durante el 2020 es el de los nuevos matrimonios. El año pasado provocó un descenso en las uniones sentimentales de hasta el 43,8% respecto al ejercicio del 2019.

El confinamiento estricto y la incertidumbre o las limitaciones para llevar a cabo estas ceremonias motivaron el freno a las bodas, que en muchos casos conllevan una gran celebración y movilizar también a muchos familiares y amigos.

No obstante, en algunos casos se impusieron las ganas y se formalizaron los matrimonios, pues pese a todo fueron 1.166 parejas las que quedaron unidas el año pasado, incluyendo las vías civiles y religiosas y las parejas tanto del mismo como de distinto sexo. Ahora bien, la cifra contrasta con la de un año antes, cuando fueron 2.075 parejas.

Evolución de los matrimonios en Castellón MEDITERRÁNEO