Las más de 182 hectáreas que toma el campo de adiestramiento de Montaña Negra de Castellón fue el punto de encuentro, durante dos días, de ejercicios de instrucción para las actividades de descontaminación de agentes biológicos, químicos y radiológicos como puede ser el covid-19. Los protagonistas de dicha operación pertenecen al Regimiento de Defensa NBQ nº 1 (RDNBQ Nº1), el cual se ubica en el acuartelamiento Daoiz y Velarde en la población de Paterna (Valencia).
Esta se considera como una unidad de referencia para la preparación de operaciones en el entorno Nuclear, Biológico y Químico, además de ser una de las más activas en acciones para descontaminar residencias, centros públicos y aeropuertos por toda España, ante la crisis sanitaria.
Aprendizaje previo
Estos programas resultan primordiales en el desarrollo formativo de los militares, ya que como expresa el comandante y jefe de operaciones del Regimiento de Defensa nº 1, Miguel Ángel Palomo «las instrucciones de adiestramiento militar son la base para adquirir todos los conocimientos». Tal como explica, antes de poder pasar a «la realidad» de las misiones que puedan suceder más adelante, «este equipo debe conocer todas las posibilidades que pueden presentarse a lo largo del cometido en temas de descontaminación», manifiesta el comandante.
El conjunto de procedimientos requieren de un amplio dispositivo, por lo que, «es esencial contar con un equipo de 17 personas al mando del capitán», recalca el jefe de operaciones. Este íntegro despliegue militar participó en las dos jornadas realizadas en Castellón, el cual se organiza «necesariamente una o dos veces al mes para poder orientar sobre descontaminación», recalca el jefe. Cada una de las actividades puede extenderse hasta las 36 horas, en las que se trabaja y se instruye «desde la sección de descontaminación pesada, hasta una sección de descontaminación más ligera», explica.
«Es esencial contar con un equipo de 17 personas al mando del capitán»
Esta práctica se ha podido ejecutar en su esplendor, gracias al espacio que ofrece dicho campo de adiestramiento localizado en la Montaña Negra de Castellón. El jefe de operaciones Miguel Ángel expresa que su cercanía, «ha hecho que nos decantemos por Montaña Negra», aunque el de Valencia también está próximo. Sin embargo «las instalaciones de aquí de Castellón tienen muy buena calidad», reconoce.
Además, añade que para las actividades que se desenvuelven en el campo de tiro «nos viene muy bien practicarlo allí». Por lo que explica que el terreno para este tipo de ejercicios en Valencia se encuentra «muy saturado», y la «mejor alternativa que valoramos era este campo tan espacioso para ejercer las numerosas prácticas de la jornada», afirma refiriéndose al campo de adiestramiento situado en Castellón.
Formación completa
Este programa busca mantener los medios más innovadores en protección contra agentes agresivos NBQ, entre la compra de sensores vehiculares, que permiten al personal detectar la descontaminación. En cada actuación, «se adoptan unos tiempos determinados de espera», explica el comandante Palomo.
El paso previo a estos ejercicios es el montaje, el cual puede acercarse a casi los 30 minutos de preparación, y en una segunda fase «los militares ya pasan a la acción de rendimiento para proceder a lavar todas las sustancias químicas añadidas», detalla Palomo. Por ello, en total, según el comandante, estos no deberían «exceder de los 40 o 50 minutos».
En el marco de instrucciones, en estos dos días, han desarrollado una serie de actividades con fuego real con fusil, además de aprender diversos métodos o técnicas para la desinfección de vehículos militares. Así, entre otras actividades que también trabajan es poder «dominar esta descontaminación con otros transportes, como el del helicóptero», explica el jefe de operaciones. Estos aprendizajes son el día a día de estos equipos, los cuales preparan un programa que «recoja diversos ejercicios de liderazgo y sobre todo de experiencia», concluye el comandante.
