Castellón afronta un avance en la reparación democrática con el próximo inicio de las exhumaciones en el Valle de los Caídos tras la concesión de la licencia de los trabajos por parte del Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial al Gobierno central.

La luz verde a la intervención permitirá recuperar así hasta 1.727 cuerpos de personas fallecidas en la provincia principalmente en la conocida como batalla de Levante, según consta en los registros del Ministerio de Justicia, y que fueron trasladadas después, entre el 1959 y 1983, al Valle de Cuelgamuros para formar parte del monumentos franquista.

En la batalla

La mayoría de los restos forman parte de soldados del bando nacional que perecieron en el frente de batalla, según confirma el responsable de exhumaciones del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló, Juan Luis Porcar, quien cifra en alrededor del 80% las víctimas nacionales, frente al 20% que serían republicanas. 

«Gran parte de las víctimas son gente que vino aquí a luchar desde el norte de España y que fue enterrada en fosas comunes de diferentes municipios de la provincia», detalla Porcar, a la vez que indica que «víctimas naturales de Castellón hay muy pocas y podrían ser apenas el 5% de las más de 1.700», añade. Si bien, les Coves de Vinromà alberga uno de estos casos de castellonenses que fueron trasladados al monumento franquista y cuya familia ha mostrado su voluntad de recuperar los restos de la víctima.

Por ello, el inicio de los trabajos de exhumación no será el último paso de este complejo procedimiento, pues los grupos de memoria histórica están «a la espera de que el Gobierno clarifique los próximos trámites a realizar».

Mientras, hasta la fecha, «es la familia la que tiene que mostrar el interés y son pocas las que han dado este paso pese a difundir los datos de los más de mil fallecidos identificados con nombre y apellidos», declara Porcar.

«El avance es muy positivo para todos, ya que miles de restos fueron llevados al valle sin avisar y respondiendo únicamente a un movimiento propagandístico», valora el responsable de exhumaciones de la entidad.

El apoyo

Instituciones como la Diputación de Castellón mantienen el apoyo a la recuperación de los restos. La diputada provincial del área, Tania Baños, apunta que «pondremos todo lo que esté en nuestra mano para estar al lado de los familiares de las víctimas», siempre «de forma coordinada» con las asociaciones.

Una familia de Castellón, en concreto de les Coves de Vinromà, sí que está pendiente del inicio de las exhumaciones para poder recuperar los restos de su tío. Así lo explica Xavier Bueso, del Grup de Recerca de la Memòria Històrica de les Coves, quien detalla que el fallecido en este caso no era un soltado, sino un jornalero que murió tras acudir a un lugar donde habían impactado proyectiles en junio del 1938.

La víctima fue enterrada en un fosa común en la capital de la Plana al producirse el óbito en el hospital Provincial, donde fue trasladado para recibir asistencia por las heridas sufridas. Esta persona fue finalmente trasladada en el 1959 al Valle de los Caídos, de donde ahora los familiares tratan de recuperarlo.

Una vez la familia conoció este devenir de los hechos, según detallan desde la asociación, inició con su ayuda los trámites formales para que los restos regresen a su lugar de origen una vez se confirmó su ubicación exacta en el Valle de Cuelgamuros. La solicitud recibió el visto bueno del ejecutivo central el pasado 8 de febrero de este año.

El procedimiento pues sigue en marcha y mantiene pendientes aún diversos pasos, como la realización de las pruebas de ADN a los familiares. Si bien, la cercanía del inicio de las exhumaciones plantean una mayor cercanía en la llegada del final del arduo episodio.