La apuesta por el municipalismo y afrontar la crisis del covid son los dos principales condicionantes de la hoja de ruta que el gobierno de la Diputación de Castellón formado por PSPV-PSOE y Compromís ha seguido durante sus dos primeros años de legislatura.

Así lo compartieron este miércoles los dirigentes del ejecutivo haciendo balance en el ecuador del mandato iniciado el 2019 y evidenció el propio presidente provincial, José Martí, con el dato de los más de 50.000 kilómetros recorridos en este tiempo en la visita a alrededor de 125 localidades del territorio, a falta de acudir a una decena este verano. «La Diputación, si tiene sentido, es en su condición de ayuntamiento de ayuntamientos», afirmó Martí, quien confesó que «han sido dos años difíciles, aunque gratificantes», en alusión también a la situación derivada de la pandemia de coronavirus.

«En los momentos de mayor complicación ha sido posible llegar a acuerdos», añadió Martí, a la vez que consideró fundamental «pisar el terreno» y «dialogar con los alcaldes, la sociedad civil y la mayor parte posible de la ciudadanía», en alusión a las cumbres con munícipes, el proceso de elaboración de los presupuestos o las mesas de diálogo para paliar los efectos del virus en la actividad económica y social de Castellón.

Un diálogo que para Martí se da en la propia institución con su socio de gobierno de Compromís y los grupos de la oposición de Partido Popular y Ciudadanos «porque aunque haya discrepancias, la confrontación no debe primar en el debate público».

El portavoz del PSPV-PSOE, Santi Pérez, suscribió estas palabras y puso en valor «el ambiente de consenso existente en la Diputación» a la vez que apuntó que «el gran objetivo sigue siendo la reactivación de la provincia» como principal eje de la agenda política actual y futura. Para ello los dirigentes provinciales contemplan acciones, algunas ya en marcha, dirigidas a que los ayuntamientos tengan más recursos y mayor capacidad de ofrecer servicios a sus ciudadanos, para lo que se han activado programas que suman alrededor de 30 millones de euros como el plan 135, el Reactivem Obres y los fondos de cooperación municipal y de despoblación.

 «Hemos demostrado en los últimos dos años ser una Diputación más municipalista, de ayuda y escucha activa a las localidades», declaró Pérez sobre las iniciativas activadas y el resto a poner en marcha en los siguientes dos años para superar la crisis.

De nuevo, el portavoz de Compromís, Ignasi Garcia, compartió este balance «positivo» al «dar sentido político a una institución que hasta entonces --el 2019-- se utilizaba como herramienta electoral» y consolidar el papel de la Diputación «como acompañante de los ayuntamientos, especialmente de los más pequeños, para dotarlos de los servicios básicos que asentarán una transición económica y social basada en la justicia territorial y climática».

Las acciones

Más allá de la dialéctica, el ejecutivo provincial concretó su valoración en un listado de 62 acciones activadas durante los dos primeros ejercicios al frente de la corporación desde todas las áreas que la integran. A nivel más económico resaltaron la aprobación del presupuesto más elevado de la corporación, con 184 millones de euros; la recuperación de los planes de ocupación para contratar personal en las localidades, con dos millones de euros; o el plan de choque para la reactivación del sector turístico y el programa de viajes para mayores Castellón Sénior, con 2,8 millones.

No obstante, hicieron hincapié en otros logros de tipo social que van desde la transferencia de la gestión de Penyeta Roja hasta la firma del convenio para la recuperación del conjunto patrimonial de Sant Joan de Penyagolosa.

Completan esta enumeración otros tantos proyectos como la renovación de la marca turística, las diferentes líneas de ayudas o la intervención en carreteras y las subvenciones para la celebración de eventos deportivos, pero también el plan director del agua o el de transición energética.

La despoblación

Si bien, la lucha contra la despoblación es una de las líneas de trabajo más transversales del gobierno, tal y como declaró Martí, que aparece en los hechos anteriores y se complementa con otros como el apoyo a las tiendas multiservicio o las unidades de conciliación familiar.

«Todo es creer en lo que hacemos y ser muy ambiciosos para lograr que la institución sea útil», sintetizó Ignasi Garcia sobre los más de 730 días desde la toma de posesión y el devenir de la institución. Y es que, José Martí concluyó sobre el extenso balance que «sabemos que tenemos retos pendientes. La autoevaluación se puede mejorar pero estamos contentos de lo que hemos hecho y de mejorar la Diputación que recibimos».