El llamado banco malo ha conseguido aligerar su estoc de activos en Castellón, que viene arrastrando desde su creación en el 2012, con un importante boom de las ventas de inmuebles (procedentes de impagados de los bancos) en este año. Tras un primer trimestre del 2021 más bien flojo, el balance de enero a mayo arroja resultados muy distintos. Las operaciones se han cuadruplicado, con 425 activos vendidos en la provincia (por valor de 26 millones de euros), frente a los 124 (10 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio anterior, el del inicio de la fatídica pandemia del coronavirus, que supuso un parón de cualquier tipo de actividad económica. Pero si dicho resultado asombra lo hace más la comparativa: en solo estos cinco meses la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, SA (Sareb) ya se ha deshecho de más lastre de ladrillo tóxico que en todo el 2020, cuando vendió 394, por valor de 25 millones de euros, un millón menos. 

¿Dónde ha crecido la demanda?

Cuando nació la Sareb hace ya casi una década, fruto del acuerdo entre las autoridades españolas y europeas para crear una sociedad que se encargara de vender y gestionar los préstamos e inmuebles de las entidades financieras rescatadas, su cartera la formaban préstamos al promotor (en un 77,7%) e inmuebles (22,3%), que compraron a las entidades por un importe negociado a la baja. Actualmente, en Castellón, la Sareb gestiona la comercialización de activos muy diversos, de toda tipología: viviendas, anejos (garajes y trasteros), suelo y activos terciarios (oficinas, locales comerciales y naves). Del total de activos vendidos en los cinco primeros meses de 2021, 280 se correspondían con viviendas, 222 unidades más que en mismo periodo de 2020, y sobre todo, en Moncofa, Almassora y Castelló. «El incremento interanual es importantísimo, fruto de un mayor dinamismo comercial, en comparación con el arranque del 2020, cuando se inició la pandemia y se decretó el estado de alarma, el confinamiento y en algunos momentos la paralización de actividades esenciales», indicaron fuentes de la Sareb. ¿Cuál es el perfil del comprador? La práctica total de los inmuebles residenciales se vende en el mercado minorista y de particulares.

El estoc se aligera en 3.400

El estoc de vivienda nueva en Castellón es de 25.000, según el informe 2020 del Ministerio. Los pisos por vender de la Sareb rondan los 10.000 (pero incluyen todo tipo de activos, nuevos y segunda mano). Entre 2013 y 2020 (hasta el 31 de diciembre), el banco malo aligeró su estoc tras vender 3.400 activos inmobiliarios en Castellón, por valor de 212,5 millones de euros. De todas las tipologías (residencial, suelo y terciario), destacan las 1.917 viviendas transacciones de vivienda desde la creación de Sareb, a lo que hay que unir 1.129 anejos (garajes/trasteros). En estos siete años se han desprendido más de 162 suelos y 194 activos en terciario, comprados a precio reducido. ¿Dónde se han firmado más ventas de viviendas del banco malo estos años? Principalmente, en Almenara, Moncofa, Castelló, Orpesa y Almassora.

La cartera de activos procedentes de impagos de los bancos rondaba los 5.000 en el 2013 y los 447 millones de euros; y ahora es casi el doble: unos 9.900 y 788 millones. Pero, si se han producido ventas, ¿por qué ese incremento? «Se van incorporando préstamos al promotor (tras acuerdo amistoso o por proceso judicial), y se incorporan activos nuevos para comercializar, tras rehabilitarse o terminar una obra», concluyeron. 

Promociones junto al mar

Además de la venta de inmuebles, la Sareb impulsa iniciativas para aumentar el valor de sus activos. Un eje es la promoción inmobiliaria en terrenos de la compañía, para finalizar obras que se recibieron sin terminar y con la gestión urbanística de suelos. En ese sentido, en 2019 Sareb creó Árqura Homes, una promotora participada al 90%. En la provincia, Árqura Homes comercializa actualmente una promoción en Benicàssim: un residencial compuesto por 48 viviendas unifamiliares con 3 y 4 dormitorios, terraza privada y dos plazas de aparcamiento; así como áreas de uso compartido (jardines interiores, piscina comunitaria y zona infantil).