Convertir una fábrica en un plató de televisión. Esto es lo que consiguió el equipo de Medi TV dentro de su principal programa, La Panderola. La directora del espacio, Loles García, charló con el presidente del grupo Pamesa, Fernando Roig, mientras recorrían las diferentes etapas de fabricación de unos azulejos que se venden en más de 150 países. 

Como ocurre a menudo en este espacio televisivo, el entrevistado es el anfitrión, y durante casi una hora desgranó el momento por el que pasa su industria, rememoró los orígenes familiares y habló de una de las actividades que mayor proyección le genera: el flamante campeón de la Europa League, el Villarreal CF.

El espacio elegido para la conversación fueron las naves de Tau Cerámica, «una empresa que compramos, hemos reformado y modernizado y ahora tiene cinco hornos y es una de las más modernas y productivas del sector», comentó, con 59.000 metros cuadrados de producción diaria, 24 horas al día y 7 días a la semana. Pero es Pamesa el origen del que actualmente es el primer grupo azulejero de España y uno de los más potentes del mundo. Fernando Roig recordó que fue fundada «entre los años 1972 y 1973 y después de una gestión no muy buena el grupo familiar se hizo cargo en 1977. Entonces tenía 30 años».

Más de cuatro décadas de trayecto en las que ha pasado de todo. Rememoró que en el año 2008 «estuve a punto de vender la fábrica, pero hasta ahora, 13 años después, lo que he hecho ha sido invertir mucho, tener todos los componentes a la última, muy productivos y rentables, para tener un buen producto y una comercialización acertada». En sus inicios, «aquella fábrica hacía 10.000 metros al día y hoy genera 300.000, y tenía tres hornos con sistemas antiguos», comentó.

Las cosas han cambiado, y el empresario destacó que en estos momentos el grupo, al que pertenecen seis marcas, «tiene más de 30 hornos y 40 esmaltadoras». Por mucho que parezca, hay planes «para crecer más, y para ello contaremos con 7 u 8 hornos más», avanzó.

El impacto del covid

De todas las historias ocurridas en este tiempo, el coronavirus ocupa un lugar especial. No solo por la iniciativa de realizar pruebas PCR a todos los empleados en las primeras semanas. «Nos movimos para conseguirlo, de modo que detectamos a tiempo a los positivos, y tuvimos mascarillas con un coste muy superior al de ahora», dijo. A pesar de la incertidumbre, el grupo crece en 527 empleados desde que empezó la pandemia. En total son 2.457 los asalariados. La peor parte, señaló, fue la reciente pérdida de Jorge Bauset, un hombre fundamental en el devenir de Pamesa y al que le unían lazos familiares. «Un gran colaborador, que nos hace ver que las personas son insustituibles», mencionó emocionado.

El diálogo emitido por La Panderola recorrió las etapas de fabricación de los productos cerámicos. Entrevistadora y entrevistado recorrieron la maquinaria de prensado, secado y esmaltado, hasta acabar en los hornos. Mención especial hizo a la fase de impresión, «una tecnología española, de la empresa Kerajet», que permite un diseño con múltiples posibilidades. «Antes, todas las baldosas eran iguales y ahora se puede hacer una serie con nueve diseños diferentes, que con las diferentes maneras de colocación crean hasta 36 combinaciones diferentes». Los espectadores también pueden ver cómo se hacen los controles de calidad de las piezas salidas del horno de los esmaltes, y cómo de quebradizo es un azulejo en mitad del proceso de elaboración. Como si fuera una tarta pendiente de culminar la cocción.

Producto de moda

Loles García hizo alusión a los cambios en el gusto de los clientes de la cerámica. «Cada vez se hacen formatos más grandes, y como somos más competitivos que el mármol, la madera o la piedra, estos nichos de mercado la cerámica los puede hacer», aseveró. Incluso la labor de pulido hace que sea muy difícil detectar a simple vista si una pieza es de mármol o cerámica, para lo que añadió la ventaja «de que el mármol se ensucia si se le cae algo como una copa de vino, y la cerámica no».

El grupo estará presente en la feria Coverings, en Estados Unidos, de manera presencial, pese a las dificultades de la Administración norteamericana, que impide volar de forma directa desde Europa. «Hemos tenido que enviar al personal a Sudamérica, pero no a pasearse, sino a vender, y cuando pase la cuarentena entrarán en la feria», comentó. Algo parecido ya se hizo aprovechando viajes del Villarreal.

Respecto al mercado norteamericano, defendió que es «muy importante y cada vez crecerá más», por lo que cree que no habrá cambios en las condiciones para exportar con el nuevo gobierno de Biden. 

«El mercado de los Estados Unidos es muy importante y pienso que cada vez crecerá más»

Costes

Lo que causa mayores preocupaciones son los costes que afectan a la productividad del sector. Uno de los ejemplos son los derechos de emisión de CO2. «Nadie sabe dónde va ese dinero. Ahora vale mas de 50 euros la tonelada y hace un año eran 23. Hay quien compra para especular, con estos derechos y no estoy nada de acuerdo con el funcionamiento», comentó. También destacó que el gas natural «ha subido un 25% de junio a julio», mientras que las posibles alternativas, como el hidrógeno verde, no son una solución. «Costaria cinco veces más que el gas. Ya tenemos un combustible, que funciona bien, y hay que buscar medios para compensar las emisiones, como plantar árboles que compensen la huella de carbono... todo eso se puede hacer», desgranó.

«Nadie sabe a dónde va el dinero de los derechos de emisión de CO2, con gente que especula»

Un panorama que se usa al pago de impuestos, «que suponen el 12% de todo lo que facturamos». Por eso repitió la frase empleada en la presentación de resultados: «Los impuestos no son infinitos, y si dejamos de ser rentables tendremos que dejar de producir», lamentó.

El valor de la familia

En el transcurso del paseo por las instalaciones de Tau, Fernando Roig también hizo mención al carácter emprendedor de su familia. Especialmente de su madre, «que era muy trabajadora, mientras mi padre era muy listo para los negocios». De orígenes ganaderos, montaron un matadero, para pasar a tener carnicerías y posteriormente dar el paso al supermercado que sería el germen de Mercadona. «La idea del nombre fue de mi hermano Paco, que vino de Italia y le gustó el donna italiano, y como se parecía al dona en valenciano surgió la marca», comentó.

«Los impuestos no son infinitos y si dejamos de ser rentables habrá que dejar de producir»

Un espíritu que se trata de transmitir a toda la familia, con especial devoción por sus siete nietos. «Está prohibido que me llamen abuelo, y me llaman Nando», mencionó ante la sorpresa de la entrevistadora. Además, recordó la vertiente social de las empresas familiares, como los murales de trencadís en los supermercados o la empresa montada en la Todolella, que es un ejemplo de colaboración en zonas en peligro de despoblación. 

Puedes acceder a la entrevista íntegra en este enlace.

Inversiones sostenibles para mejorar la calidad

El máximo dirigente del grupo Pamesa detalló que las mejoras tecnológicas aplicadas para mejorar el producto tienen también un trasfondo medioambiental, como el reaprovechamiento de las aguas empleadas en el proceso de fabricación y el reciclado de los materiales. Entre las principales actuaciones citó la gran planta de materias primas que se construye junto a Tau: «Cabrá un millón de toneladas, para disponer de estoc y homogeneizar de esta forma la producción».

De esta manera «no hará falta que esté en el puerto, por lo que no generará polvo, no se mojará y una vez descargado en el puerto se situará en nuestro almacén propio», añadió. Una dinámica que ya se sigue en Onda, cuya área de materias primas comenzó a funcionar a finales del pasado año. Sobre las obras del de Castelló «está previsto tenerlas listas en unos seis meses».

Fernando Roig volvió a comentar los quebraderos de cabeza que le ocasiona la burocracia, como «la mina que queremos explotar en El Puig y que lleva ocho años en los que nos pasan del ayuntamiento a la Generalitat, de ahí a las consellerias y vuelta empezar». Roig se mostró «defensor del silencio administrativo positivo, pero no es así en España», lamentó. Para el empresario, contar con materias de proximidad reduce las importaciones y la huella medioambiental.


25 años en el Villarreal en el momento más dulce

«Es el empresario del año», mencionó Loles García en el comienzo de la entrevista. Y no solo por su labor al frente del grupo azulejero, sino por el gran triunfo deportivo europeo del Villarreal. Un club que en el 2023 cumplirá 100 años, de los que 24 cuenta con la implicación de Fernando Roig. Su entrada se produjo «como consecuencia de la guerra del fútbol» de finales de los años 90. Hubo un intento de venta frustrada, «José Manuel Llaneza buscó gente y entramos al final de la temporada 96-97».

Respecto al 2021, «ha sido impresionante, ya que acabamos los séptimos en la liga, pero el triunfo en la Europa League fue un chute de adrenalina», comentó. Atrás queda el peor momento vivido al frente del equipo groguet, «cuando tuvimos el disgusto del descenso a segunda». «¿Tiene algún ojito derecho en la plantilla?», preguntó la directora de La Panderola. Roig aseguró que no, «pero de los primeros, de los años iniciales, me acuerdo de todos».

También detalló los cambios en la manera de elegir a los integrantes de la plantilla. «Hay un grupo de ojeadores en toda España y luego se toman las decisiones; antes era Llaneza el que decidía y después de un periodo de transición ha pasado a ser responsable mi hijo Fernando».