Las agencias de viajes de Castellón resisten. Después de casi año y medio de pandemia, con una parálisis prácticamente total de los desplazamientos y, sobre todo, de su negocio estrella, los grandes viajes, continúan adelante prácticamente sin cierres. El balance en este momento, en el que comienza una tímida reactivación es el de una caída del 80% de los ingresos que habrían llegado durante un año previo al virus.
El presidente de la Asociación Provincial de Agencias de Viajes de Castellón, Diego Tirado, explica que aguantan fundamentalmente porque son «autónomos, pequeñas empresas» que han estado trabajando «sin vender» desde que llegó el covid-19 .
«Nos sentimos muy orgullosos de haber permanecido siempre abiertos, ayudando a los clientes en todos los procesos de cambios o devoluciones de viajes contratados antes de que se cerraran fronteras estatales o entre las comunidades autónomas», indica Tirado.
En cuanto a la marcha de las empresas desde el punto de vista del negocio, el representante del sector señala que van «aguantando» a pesar de que «la facturación está en torno a 20% de lo que sería lo normal, es decir, el dinero que entra en caja ha caído un 80%.
Del lado de las expectativas de una recuperación más potente, Diego Tirado apunta que las agencias de viajes castellonenses tienen «la esperanza de que en octubre de este año se llegue realmente a la vacunación completa del 70% de la población aquí, y mejore también la situación en los países que son destinos de grandes viajes de muchos de nuestros clientes potenciales».
El sector «necesita» esa reactivación porque «serán ya casi dos años sin ventas», concluye.
El efecto Mallorca
Un problema que preocupa a esta actividad castellonense es lo que se podría denominar como el efecto Mallorca. Hay temor en las pymes provinciales dedicadas a los viajes de que «la gente coja miedo» y, en vez de animarse cada vez más a volver a hacer las maletas, se retraiga y se quede en casa, lo que sería un duro trago para estas empresas, ya muy perjudicadas por la crisis.
