Castellón tiene más metros de tiendas por habitante que las principales regiones europeas, como la mayoría de las ubicadas en Francia, Reino Unido, Alemania o Italia, entre otras.

La provincia mantiene una densidad comercial de 329 m² de comercio por cada millar de habitantes. Un 15,4% por encima de la media de las zonas europeas más pobladas, fijada en 285 m². Los datos forman parte del estudio elaborado por la consultora EY, especializada en las operaciones inmobiliarias para dedicar a establecimientos, la cual advierte de la necesidad de asumir un reposicionamiento del comercio ante la gran cantidad de oferta. La consultora apunta pues la necesidad de repensar el modelo ya que argumentan que «el consumidor del futuro no estará tan dispuesto como en el pasado a realizar desplazamientos largos, premiando a los vendedores de proximidad», en relación al elevado número de opciones existente.

A nivel nacional, Castellón también figura entre las provincias con una saturación mayor, en niveles próximos a otras como Alicante y muy por encima incluso de Barcelona, que contabiliza una densidad comercial de 241 m² por cada millar de población, dentro de los umbrales más bajos de la clasificación.

Al mismo tiempo, el análisis aprecia que muchas personas acabarán prefiriendo «comprar productos de mayor calidad en establecimientos que estén más cerca de su hogar y realizando su compra con mucha más frecuencia a cambio de un menor coste por cada acto de venta». Una tendencia que los expertos achacan en parte al proceso de cambio por la aceleración del comercio electrónico, reduciendo también los beneficios de los comerciantes que no son capaces de adaptarse al nuevo canal de venta.

Expectativas

Con todo, de seguir esta tendencia, se prevé que al final aquellos establecimientos que no tengan en cuenta el impacto del medio online y la competencia acabarán desapareciendo, dejando así un universo de comercios mucho más limitado.

«La realidad de este nuevo consumidor debe ser tenida en cuenta por los principales propietarios de espacios comerciales para adaptar convenientemente su propuesta de valor», concluye la serie de recomendaciones que pretenden guiar al comercio que quiera perdurar en un futuro.