El punto de partida no resulta demasiado halagüeño. Las altas temperaturas de los últimos días han avivado el riesgo de incendios forestales en Castellón, como también lo está haciendo la masiva presencia de senderistas y excursionistas en los montes y áreas recreativas del interior. Y a más cantidad de gente más probabilidad de descuidos. «Es un riesgo añadido y hay que ir con mucho cuidado porque los fuegos se producen con muchísima facilidad. Las posibilidades de generar un incendio por una imprudencia son del 100%», avisa Fernando Kindelan, jefe de la sección forestal del Consorcio de Bomberos de Castellón.

Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, el alza de los contagios hará que muchas familias opten por pasar sus vacaciones cerca de casa y en lugares tranquilos. Y eso significa que en las próximas semanas se espera un fuerte incremento de visitantes que eligen el interior y también un aluvión de excursionistas en el monte y en parques naturales como el Desert de les Palmes o les serres d’Irta o Espadà. «Que haya muchas más personas en los bosques lógicamente implica más riesgos. Quienes vayan al monte estos días tienen que ver y no tocar», resume José María Ángel, secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, quien recuerda que el 80% de los fuegos tienen su origen en el comportamiento humano.

Quienes luchan contra el fuego en Castellón están en alerta máxima y las recomendaciones están claras. «Es muy importante que las personas que vayan estas semanas al monte no enciendan fuego bajo ningún concepto. Nada de barbacoas, nada de quemar rastrojos, nada de tirar colillas», enumera Kindelan, que recuerda que en los ecosistemas mediterráneos la vegetación arde con más facilidad y rapidez.

Las llamadas a la prudencia son unánimes y ese año la climatología juega algo menos en contra. Las intensas lluvias de la pasada primavera han provocado que en estos momentos, y pese a las altísimas temperaturas de los últimos días, no haya un estrés hídrico. «Eso significa que si la vegetación arde lo hará con cierta lentitud porque tiene reserva de agua», explica el jefe de la sección forestal del Consorcio.

Pero una cosa es lo que ocurre ahora y otra muy diferente es lo que podría suceder dentro de un mes. «En cuatro semanas la situación puede cambiar totalmente. Cabe la posibilidad de que haga mucho calor y con los vientos de poniente esa humedad que tenemos de reserva en este tramo del verano puede verse muy disminuida», añade Kindelan.

Peligro durante todo el año

Pese a que el verano es la época más crítica del año (de los 43 incendios forestales registrados el año pasado en Castellón, 35 tuvieron lugar de julio a octubre), el secretario autonómico de Emergencias insiste en que el cambio climático ha hecho que ahora fuegos se produzcan durante todo el año. «Con la llegada del calor el riesgo es máximo, aunque incendios hay todo el año», explica mientras detalla que la Generalitat está realizando vuelos preventivos por las zonas más sensibles de la Comunitat. «También se ha trabajado mucho en la formación de todos los agentes que intervienen tanto en la prevención como en la extinción de fuegos y tenemos a unos de los profesionales más valorados de todo el país», añade Ángel.

Para hacer frente al riesgo que llega, el Gobierno valenciano ha puesto en marcha un dispositivo especial formado por 750 efectivos en la provincia, contando los medios de la Generalitat y el Consorcio provincial de Bomberos. En total, y en el conjunto de la Comunitat, se han invertido 89 millones de euros en el dispositivo, un 10% más que el año pasado. 

«La Generalitat está preparada para actuar con celeridad, profesionalidad y eficacia frente a cualquier amenaza», aseguran desde la Conselleria que dirige Gabriela Bravo, donde aseguran que si ahora mismo se produjera un conato de incendio, la Agencia Valenciana de Seguridad «podría movilizar de inmediato» un dispositivo de 432 personas, repartido entre 56 unidades de bomberos y bomberas de la Generalitat, 45 autobombas, 9 helicópteros, 7 aviones de carga en tierra y dos anfibios. 

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