Ya hay fecha para la reunión entre los agricultores de Castellón y la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, para analizar cómo hacer frente a las millonarias pérdidas económicas que está provocando el cotonet, un pequeño insecto que llegó hace más de diez años procedente de Sudáfrica y que amenaza con arruinar la próxima campaña citrícola en la comarca de la Plana Baixa. El encuentro será este viernes en la sede del departamento de Agricultura y tanto la Unió de Llauradors como AVA-Asaja (las organizaciones agrarias que acudirán a la cita) van a reclamar a la Generalitat una ayuda directa para todas aquellas fincas que tienen más de un 20% de su producción afectada por la plaga.

Pese a que el ministro de Agricultura, Luis Planas, aseguró hace tan solo unas semanas en el Senado que el Gobierno descarta ayudas directas para los llauradors afectados por la plaga, las organizaciones agrarias consideran que son imprescindibles para garantizar la viabilidad de las explotaciones y frenar el abandono de los cultivos. «Lo que proponemos a la Conselleria es una ayuda directa para todas aquellas explotaciones de la Comunitat afectadas por el cotonet en más de un 20% de su producción potencial, así como subvenciones para cumplir con las medidas de bioseguridad e higiene que se establecen en el Plan de Acción contra el Delottococcus aberiare del Ministerio de Agricultura», avanza Carles Peris, secretario general de la Unió.

El problema al que se enfrentan los citricultores de la comarca de la Plana Baixa, la zona cero en todo el territorio nacional, es mayúsculo. Tras meses de tratamientos biológicos y con insecticidas y miles de euros invertidos, el cotonet no ha desaparecido. Al contrario, se expande de manera descontrolada, deformando la fruta y convirtiéndola en inservible desde el punto de vista comercial. «Las acciones para controlar la plaga no han funcionado como sería deseable y los daños en la próxima campaña van a ser mayores que en la pasada, mientras que cada vez hay más zonas afectadas. Los productores están desesperados y se muestran realmente impotentes», denuncian desde las dos organizaciones agrarias.

El Ministerio tiene la respuesta

Los sistemas empleados hasta ahora para hacer frente a la plaga no han tenido los resultados necesarios y los agricultores consideran clave que el Gobierno no mire hacia otro lado. «Si no logramos una implicación real por parte del Ministerio de Agricultura y aumenta el presupuesto tanto para lucha biológica como para ayudas directas seguiremos en una situación muy delicada», añade Peris.

La implicación del Ministerio es clave (el departamento que dirige Planas ha destinado 12 millones de euros para luchar contra la plaga, de los que algo más de la mitad han ido a parar a la Comunitat) pero la competencia en materia de sanidad vegetal la tiene la Conselleria. Y los agricultores quieren conocer qué proyectos tiene el área de Mollà para tratar de ganarle la partida al cotonet. «Necesitamos saber ya qué medidas concretas de actuación se van a realizar los próximos años para conseguir el objetivo final de controlar la plaga», insiste Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja.

Agricultura tiene que mover ficha, pero las organizaciones agrarias van a acudir a la reunión de mañana con la consellera con una batería de propuestas. Y entre las más importantes destaca iniciar la fabricación de trampas en septiembre y ampliar la ayuda. En la pasada campaña, la Administración valenciana entregó de forma gratuita un dispositivo a cada agricultor que previamente había adquirido otro en el mercado y ahora la Unió y AVA reclaman que la proporción sea 2x1, es decir, dos trampas subvencionada por cada una comprada. «Estas ayudas se deberían anunciar, como muy tarde, en enero y evitar aí que otras zonas como Murcia o Andalucía, también afectadas por a plaga, se adelanten a la Comunitat», explican los representantes de los agricultores de Castellón.

El reparto de más trampas de feromonas es esencial para intentar combatir la plaga como también lo es la suelta del parasitoide Anagyrus. «Es clave financiar una planta de cría de parasitoides para la lucha biológica contra el cotonet, como también aumentar la inversión para crear una red pública se insectarios», añaden. Y la colaboración de los ayuntamientos resulta determinante. «Sería importantísimo que la Generalitat y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) firmasen un convenio para que los ayuntamientos de los municipios más afectados pudieran soltar depredadores del cotonet», insisten.

La postura de los agricultores es clara y la Conselleria insiste en que no va a escatimar recursos. Y lo primero que quiere saber es la afección real de la plaga. «Estamos haciendo una prospección muy intensa en todas las comarcas citrícolas de la Comunitat para conocer con total exactitud la afección de la plaga», asegura Roger Llanes, secretario autonómico de Agricultura, que añade que el objetivo es situar el problema en sus justas proporciones.