En los últimos días, la demanda de pruebas PCR se ha acrecentado notablemente. Los laboratorios de análisis clínico donde se efectúan los test han experimentado un progresivo aumento de los usuarios, que este mediodía ha culminado con una atípica imagen del centro de Castellón, en el que se podía observar una dilatada cola de usuarios aguardando ser atendidos.

El incremento del interés por realizarse pruebas PCR tiene varias causas. La primera, la mayor propagación del covid-19, que comporta una subida de los contagios y, en consecuencia, una necesidad superior de averiguar si se ha contraído el virus. La segunda, la existencia de países que exigen a los turistas una PCR o un test de antígenos negativos. Un ejemplo es Rumania, que comenzó a solicitar estas pruebas a los viajeros tras el auge de la incidencia en España. Jesús Calderón, responsable de los homónimos laboratorios, reconoce que esta semana están notando mucho la afluencia de rumanos residentes en la península.

Los avances en el diagnóstico del covid-19 han supuesto el abaratamiento y la aceleración de las pruebas PCR, cuyo precio se sitúa en los 70 euros, cuando antes costaban 150, y cuyos resultados pueden conocerse en 10 minutos por 40 euros.