Los agricultores salieron con sensaciones amargas de la larga reunión que mantuvieron ayer con la Conselleria de Agricultura. Se aceptaron algunas de las medidas planteadas para luchar contra el cotonet, pero ninguna de ellas ataja el problema a corto plazo para los afectados. La estrategia a «dos o tres» años de la administración deja sin respuesta a la próxima campaña de cítricos en la provincia de Castellón. Además, la Conselleria de Mireia Mollà negó las ayudas urgentes y directas que solicitaron ya en la previa tanto la Unió de Llauradors como AVA-Asaja, las organizaciones mayoritarias en el sector de la naranja.

«Las medidas son insuficientes». Así de tajante se mostró José Francisco Sales, responsable de los servicios técnicos de AVA-Asaja, al término de la cita. «Las alternativas biológicas que propone la Conselleria son una estrategia a medio-largo plazo, pero ¿mientras tanto? ¿Qué hacemos con los agricultores que caerán?», se pregunta. «Necesitamos que nos digan qué podemos utilizar de manera inmediata», añadió tras la cita.

Unas, sí; otras, no

Entre las medidas que los agricultores pusieron encima de la mesa, la Conselleria aceptó y anunció la compra extraordinaria del parásito criptolemus, que funciona contra la plaga en verano, para su aplicación contra el cotonet en las próximas semanas, así como el visto bueno ministerial a incrementar el suministro de feromonas para la próxima campaña. También la petición de los afectados de adelantar la fabricación para tener suficientes trampas en invierno está encaminada. Por último, el gran anuncio de la Conselleria, algo que valoraron las asociaciones agrarias, fue el compromiso que ha arrancado la consellera Mollà al Ministerio para que se involucre en la cofinanciación de la lucha contra la plaga. Está previsto que publique un decreto-ley en ese sentido en próximas fechas.

«Estamos contentos por el incremento de la lucha biológica contra el cotonet, pero hay que explicar y tener claro que es una estrategia de futuro, a varios años, y que a corto plazo seguiremos teniendo dificultad para controlar la plaga», explicó después el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris.

Entre las negativas en la batería de medidas propuestas por las asociaciones, destaca el no prácticamente definitivo a recuperar el empleo del insecticida a base de metil-clorpirifos contra el cotonet o de implantar nuevos tratamientos químicos. «Creo que eso no lo vamos a conseguir, y hay que pasar página», asume Peris, quien señala la normativa europea como causante de esta negativa.

Peor digestión tiene entre el colectivo la negativa de la Conselleria a activar de manera urgente una serie de ayudas directas a los agricultores que han sufrido en sus campos la plaga del cotonet, que recuerdan se introdujo en España por un deficiente control de entrada, importada desde Sudáfrica. Las asociaciones agrarias pedían compensaciones para las fincas con más del 20% de la producción afectada. «Ese tema esta verde», aseguraron algunos de los presentes en la reunión. Está previsto que después del verano continúe el diálogo entre las partes.

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En la numerosa reunión de ayer participaron representantes de la administración autonómica, con la consellera Mireia Mollà a la cabeza, y del sector agrario, además de los citados la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, Intercitrus, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, la Federación de Cooperativas y el Comité de Gestión de Cítricos, entre otros.

La plaga del cotonet llegó a territorio español en el año 2009, procedente de Sudáfrica, y a día de hoy sigue expandiéndose en los cultivos, afectando ya a campos de 30 municipios y numerosas zonas de la Comunitat Valenciana, Andalucía, Murcia y Cataluña. «Con el paso del tiempo las medidas del 2019 y del 2020 no han funcionado», afirma Sales al respecto. «Necesitamos saber qué vamos a hacer después del verano de cara a la próxima campaña», asevera, «y una mayor implicación de la Generalitat, el Gobierno de España y la Unión Europea».