La quinta ola, caracterizada por la contagiosa variante delta, está afectando especialmente a los más jóvenes que no están vacunados. En la mayoría de los casos el cuadro clínico resulta leve o prácticamente asintomático, lo que está provocando una avalancha de consultas en los centros de salud para el diagnóstico y seguimiento de los positivos. Pero la presión asistencial que vive Primaria ya empieza a trasladarse, aunque en menor medida, a los hospitales de la provincia de Castellón. El perfil del paciente responde, como ya informó Mediterráneo, a una persona menor de 50 años que no está vacunada. De todos modos, a pesar de que la edad es el principal factor de riesgo para padecer la enfermedad de manera grave, los jóvenes tampoco se libran.

Actualmente, en los hospitales de Castellón hay 58 pacientes ingresados, cinco de ellos en estado crítico, una cifra muy superior a las 14 hospitalizaciones por coronavirus que había el pasado 1 d julio. De todos modos, estos datos, aunque no dejan de ser preocupantes, están muy alejados de los más de 400 ingresados, más de medio centenar de ellos en estado grave, que registró la provincia el pasado mes de enero en plena tercera ola. Y es que la tasa de mortalidad de ambas situaciones epidemiológicas es, afortunadamente, muy diferente gracias al avance en la vacunación.

Ingresados por hospitales

En el Hospital General de Castelló, hay cerca de 30 pacientes ingresados por el virus. Hay que destacar que las hospitalizaciones no se han producido de una manera progresiva, ya que el pasado jueves hubo un pico con más de nueve ingresos en un día, según fuentes consultadas por este periódico.

 En el departamento de Vinaròs es donde ahora más estabilizada está la pandemia, al tener en el Hospital Comarcal dos personas ingresadas en planta y uno en la unidad de cuidados intensivos (UCI).

En cuanto al Hospital de la Plana, está habiendo un incremento de la presión asistencial en la planta 2D, con casi una treintena de hospitalizados.

«En los últimos días se aprecia un aumento de casos que están comenzando a suponer un incremento en la carga asistencial que debe soportar el personal de Enfermería. Esto puede tener de nuevo consecuencias negativas como disminución de pruebas diagnósticas o en la actividad quirúrgica», apuntó ayer el vicesecretario provincial de Satse en Castellón, Francisco José Centelles.

«Si bien no tenemos unas cifras de ingresos tan alarmantes como en las olas anteriores, debemos tomar medidas y reforzar nuestros centros para no volver a esas cifras de ocupación», apuntó Centelles.

Desde el sindicato volvieron a insistir en la necesidad de aplicar los módulos extra para «poder afrontar este repunte de casos, tanto en atención especializada como en Primaria». Asimismo, recalcaron la necesidad de incrementar los rastreadores para «detectar de una manera temprana los positivos y así poder actuar cuanto antes sobre la cadena de transmisión de la enfermedad.