Son las doce horas del sábado y en la casa-taller de Ripollés en Mas de Flors (Sant Joan de Moró) el silencio que solo rompen los borricos y las gallinas que acompañan al maestro cuando trabaja, esta vez lo supera el sonido peculiar de su teléfono. No para de sonar. «Llevo así toda la semana. He recibido decenas de llamadas, todas son de sentimiento. La gente está indignada al ver que de un plumazo se han cargado el mural de la plaza de la Paz», asegura el autor con mucha pena. «No he tenido contacto con los vecinos, ni con Cultura, ni con Urbanismo. Ha sido una falta total de respeto. Se han comportado como talibanes... Yo les hubiera aconsejado. Se arreglan las grietas y después se repara el mural. Así de sencillo».

Un precioso mural dedicado al mundo del circo decoraba esta medianera en la céntrica plaza de la Paz. Ahora los 600 metros cuadrados de la pared aparecen pintados de blanco. Gabriel Utiel

Ripollés considera que «la descoordinación ha sido absoluta», pero todavía le fastidia más que desde el área de Cultura se catalogue el Museu a l’Aire Lliure de Castelló como arte efímero. «Eso es una animalada más de la incultura. Es de vergüenza para el mundo cultural oír esa expresión», dice el artista, quien se siente «vilipendiado por Compromís, pero aún me duele más que la alcaldesa no les pare los pies... Cuando hace seis años entró la concejala actual, la felicité. Sin embargo, hasta hoy todavía está por decirme buenos días y creo que represento algo en la ciudad a nivel cultural».

Ahora ha sido el borrado del mural en la plaza de la Paz, pero Ripollés quiere hacer un repaso por el patrimonio que tiene en las calles de Castelló «y así demostraré por qué Compromís me persigue desde el minuto cero».

Las esculturas de Ripollés en la plaza Huerto Sogueros presentan un aspecto lamentable por la falta de mantenimiento. El artista reclama la atención del Ayuntamiento para que luzca como merece esa obra. Gabriel Utiel

El conjunto escultórico emplazado en Huerto Sogueros «se encuentra en unas condiciones deplorables. Me voy triste cada vez que lo veo. Con lo fácil que es reparar y repintar la fibra, además de aplicar un chorro de arena en el bronce. A los areneros les cuesta una mañana hacer ese trabajo. Hice que el menador y el filador sudaran con el agua directa, pero están lamentables. Como es lógico, necesitan un mantenimiento». Y añade: «A veces pienso que sufro una persecución cultural-política, de lo contrario no entiendo nada. Esto es fascismo». De esa escultura «solo he cobrado un tercio porque Jardinería Azahar hizo suspensión de pagos, pero eso es lo de menos. A mí me importa el  legado, que se quedará ahí».

Tanto el 'filador' (foto) como el 'menador', en la plaza Huerto Sogueros, están repletos de cal seca por el efecto del agua que, según el artista, debe reflejar el sudor de ambos por sus intensas tareas. La imagen que se ofrece a los vecinos y visitantes es lamentable. Gabriel Utiel

Palomas de la paz

La escultura homenaje a las víctimas de la violencia, en la carretera de Almassora a la altura de la ronda Este, «está sin coronar con las tres palomas que han dejado abandonadas en el Tetuán. La obra cedió un día de viento por un fallo del ingeniero al calcular mal la estructura. Pagué de mi bolsillo 50.000 euros para hacer una nueva cimentación, se colocaron las manos y desde entonces no han dicho nada de las palomas. ¿Eso es defender a la ciudadanía? Esta gente manda, pero no gobierna».

Un solar del Tetuán XIV acoge las tres palomas de la paz que deberían coronar la escultura homenaje a las víctimas de la violencia en la ronda Este. Allí, abandonadas, se deterioran con el paso de los días. Gabriel Utiel

 Una rotunda afirmación tras la que añade que «la escultura era de 8 metros y 5 toneladas. Iba en la plaza de la Libertad. Ese presupuesto me abonó la empresa que remodeló la avenida de Valencia, que ganó la adjudicación al presentar esta mejora para Castelló, pero yo hice una de 25 metros y 32 toneladas para quedarme a gusto y para satisfacción de mi ciudad. Que quede claro».

Ripollés pagó 50.000 euros para realizar una nueva cimentación para la escultura homenaje a las víctimas de la violencia tras ser derribada por el viento debido a un fallo de cálculo del ingeniero. Ahora solo están las manos y falta coronarse con las tres palomas. Gabriel Utiel

Arte en el Tetuán XIV

Precisamente Tetuán XIV, donde desde hace tiempo se ubica la sede central de la Policía Local y la Autonómica, fue el lugar elegido por el artista castellonense para guardar un elenco de esculturas de gran tamaño que viajan de forma itinerante por varias ciudades de Europa, donde las autoridades locales las reclaman como atractivo para sus calles. Ripollés y el entonces edil de Cultura, Miguel Ángel Mulet, pactaron que las esculturas, mientras estuvieran en Castelló, sirvieran para ambientar el parque infantil de seguridad vial y los alrededores del centro para discapacitados en el antiguo cuartel. Pero, para sorpresa de Ripollés, un buen día se encontró con la orden de los actuales responsables de Cultura en el Ayuntamiento para retirar de inmediato todas las obras. No tuvo otro remedio que cumplir las directrices con mucha resignación. "Ya estaba en marcha la persecución fascista", exclama.

Las esculturas de gran formato que recorren ciudades de Europa para las exposiciones itinerantes de Ripollés, a su vuelta a Castelló servían para embellecer el parque de seguridad vial infantil del Tetuán XIV. Todo hasta que la actual edil de Cultura en el Ayuntamiento remitió una orden al artista para que las retirara de inmediato de dicho emplazamiento municipal. Jesús Morcillo

El Sanador y el Poeta

Ripollés también es el autor del Sanador, cinco obras que dan la bienvenida a la entrada del Hospital Provincial «por las que no me han pagado absolutamente nada y ahí están», así como del Poeta, sito en la avenida del Rey, delante de Correos. «Esa escultura, como la de Huerto Sogueros, también la encargó Jardinería Azahar y no me pagó. Me la hubiera podido llevar a mi casa, pero soy incapaz de hacerlo». También le encargaron un mural luminoso para la fachada del Auditori con referencia a los Reyes Magos. "Es desmontable y se colocaba al llegar las fiestas de Navidad. Este equipo de gobierno solo lo puso el primer año de su mandato. Desde entonces, nada. Espero que no lo hayan tirado a un vertedero", sentencia con amargura.

'El poeta' es la escultura de bronce que decora la remodelada avenida del Rey de la capital. Fue encargo de una empresa de jardinería, pero hizo suspensión de pagos y Ripollés no cobró nada. Ha decidido donarla a la ciudad de Castelló. Gabriel Utiel

Le tildan de ser el artista del PP, «pregonan que me hago rico y tiene gracia la ignorancia. Que pregunten y se informen. Yo no defiendo a ningún partido, defiendo a la sociedad. Ellos solo se aferran al sillón. Tengo contacto con gente de todas las ideologías y lo único que no me gustan son los nacionalismos porque siempre dividen", manifiesta.

El Sanador: Conjunto de cinco obras de arte que dan la bienvenida al Hospital Provincial. Fue un encargó que Ripollés recibió hace varios años cuando los trabajos de la penúltima ampliación de este centro sanitario y que, a fecha de hoy, nadie le ha pagado. El artista, no obstante, se muestra muy satisfecho de dejar este magnífico legado para la ciudad de Castelló y, en especial, para el Hospital Provincial, donde recibe un trato exquisito.. Gabriel Utiel

Es la hora de la comida. Mas de Flors tampoco se libra de un calor sofocante y eso que las paredes del refugio de Ripo son como antaño, anchas con ese efecto nevera característico. Han pasado más de dos horas de conversación con Ripollés a corazón abierto. El artista recalca para terminar: "Mi casa es una procesión de oenegés que piden ayuda. Se llevan arte y lo rifan para conseguir un dinero que les es muy necesario. Nunca he preguntado si son derechas o de izquierdas y jamás lo haré. He visitado decenas de colegios de toda la provincia porque atiendo todas las llamadas de los profesores que me piden pasar un día con los niños para dibujar y pintar con ellos. Ayudo al fútbol base de Castellón. Me volqué con los dos últimos toreros que ha dado la Escuela de la Diputación para su promoción... Y muchas cosas más que no hace falta reseñar. No soy de pregonar estas acciones. Eso se hace y no se dice, pero estoy harto de que este grupúsculo trate de vilipendiarme. Castellón merece un respeto y mi legado también». Ripollés se queda con la compañía de unos americanos que han venido expresamente a España para visitarle. Prepara, de sol a sol, varias exposiciones para Europa y está a la espera de que acabe la pandemia para viajar a China, donde siempre le esperan con los brazos abiertos.

"Quiero que me recuerden como una persona de corazón"

El borrado del mural en la plaza de la Paz ha sido un golpe bajo para Ripollés, quien no es partidario de entrar en polémicas, pero reacciona al agredirle donde más duele. "Castellón merece un respeto cultural. Esas obras al aire libre deben cuidarse como oro en paño. Son patrimonio de todos y dan un plus a la ciudad".

"Tengo 89 años, estoy fuerte como un toro, pero la vida es finita. Siempre he luchado por aportar mi granito de arena para dejar un Castellón mejor a las futuras generaciones. Quiero que me recuerden como una persona de corazón. Yo tengo colmadas todas mis aspiraciones y doy gracias a la vida. Mi hijo es un prestigioso investigador en Alemania porque, como muchos jóvenes, tuvo que marcharse para obtener el respaldo que le permitiera desarrollar sus proyectos científicos. Mis hijas tienen galerías de mucho nivel en Maastricht. ¿Qué más puedo pedir? Salud y que mis amigos de verdad me acompañen hasta el final".