La campaña en marcha de la fruta de verano en Castellón --con sandías y melones por excelencia-- encara su punto álgido de recolección, aunque con retraso de una o dos semanas, debido a la climatología de la primavera. Una estación con más días nublados, que retardó la maduración y ha conllevado menor producción en la provincia. «Se concentra en el Baix Maestrat, con la sandía, de Benihort; y el sur de la Plana Baixa, especializada en melones», indicó el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris.

El clima también ha impactado de lleno en la exportación de sandías a Europa, que en la provincia lidera la cooperativa Benihort, de Benicarló. Su jefe de Producción, Javier Rillo, explica que «la demanda está parada. El consumo de sandías siempre viene dado por las buenas temperaturas en Europa, pero ahora no ha hecho calor, al contrario, temporales con lluvias han azotado a Alemania, principal cliente junto a Francia. Y eso afecta a la venta».

Paralelamente, la cotización de la sandía del almacén al retailer ha bajado un 25% en un año, aunque se mantiene el precio en fruterías y supermercados. Al estoc de todas las zonas productoras del país se une la entrada de fruta marroquí más barata y el descenso de exportación a Europa que este verano ha supuesto la puntilla.

Cooperativa a plena producción

Con todo, en Benihort han activado ya «los tres turnos de almacén: se cubren 24 horas y se para el domingo por la tarde. Se limpia el estoc que ha entrado sábado y el lunes a las 6.00 horas se vuelve a arrancar», relata Rillo. Su sandía rayada y negra sin pepitas --que se cultiva desde hace 15 años y ocupa 140 hectáreas en Benicarló, Peñíscola y Vinaròs-- tiene renombre y van a destajo para servir al comprador, entre otros, mercados mayoristas de Barcelona, Zaragoza o Madrid. «Esperan nuestra marca, que da calidad estándar y asegura grados brix, de sabor y maduración. Para esta temporada se plantaron un 3% más de hectáreas, pero con la falta de cuaje la producción, de aquí al final de agosto, será similar a la del 2020, «unos 10 ó 11 millones de kilos de sandías, con semanas de 2,5 millones de kilos de sandías recolectadas».

El melón llega con retraso

En el sur provincial, el melón también lleva retraso. Miguel Cañizares, agricultor de Almenara, aún no ha recogido «ni uno». Y en Xilxes, el gerente de Melones Gamberro aventura que «en un par de semanas, ya habrá más cantidad». «El melón conserva su calidad, pero hay menos cantidad. Al no cuajar la flor, una mata ha hecho un melón en lugar de dos», añade. La suya, con todo, es una firma familiar que produce 25.000 kilos (20.000 de melón y 5.000 de sandía) y no exporta. Vende a mercados próximos y a toda España en su tienda on line.

El precio del melón está contenido, ronda el euro el kilo del campo al mayorista; y de 1,60 a 2 euros en frutería

Su melón de marjal, cultivado a 1,5 kilómetros del mar en tierra salina e inundada de octubre a enero, es todo una delicatessen. El precio está contenido, «pese a dispararse el gasto en proveedores: plástico, tela... Ronda el euro el kilo del campo al mayoristas; y de 1,60 a 2 en frutería». La sandía nacional varía de 0,30 euros el kilo; al doble, en frutería.