El Centro de Sanidad Vegetal de Almassora acogió ayer un encuentro entre administraciones y representantes del sector agrario para tratar la creciente preocupación por la plaga del cotonet en los cítricos. La reunión contó con la presencia del director general de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, Valentín Almansa, quien alejó la posibilidad de que los agricultores más afectados pudieran obtener compensaciones económicas. Al menos, del Gobierno central.

Según detalló el responsable de cítricos de la Unió de Llauradors, José Francisco Nebot, Almansa les comentó «que el Ministerio nunca ha indemnizado a pérdidas en cultivos». Una de las pocas excepciones se dio en la xylella fastidiosa, conocida como el ébola de los olivos, pero solo en el caso de arrancar los árboles.

En cuanto a la implicación de la Administración central para atajar este problema, Nebot añadió que hubo «predisposición para ayudar en lo que hiciera falta a la Conselleria, e incluso cofinanciar iniciativas, pero que debe ser la Generalitat la que elabore un plan de control autonómico».

Un proyecto que ya no llegaría a tiempo para la próxima campaña citrícola, que empieza en septiembre, sino que debería trazar los protocolos a seguir para que en la temporada 2022/2023 haya una efectividad que no se ha producido en los últimos meses.

El encuentro contó también con la asistencia del director general de Agricultura de la Generalitat, Antonio Quintana, representantes de organizaciones de productores, como la Unió y AVA, responsables del sector cooperativista, la asociación de exportadores de Castellón, Asociex; y del Comité de Gestión de Cítricos.

Fitosanitarios

Respecto a la posibilidad de que haya un regreso temporal de productos a base de metil clorpirifos, el representante de la Unió añadió que solo estaría la puerta abierta en un supuesto, «en aquellos campos tan afectados en los que no se pueda hacer la recolección, y para reducir la proliferación con el fin de poder estar limpios en la temporada siguiente», comentó. En ningún caso podrían venderse cítricos procedentes de esos terrenos.

Desde del Ministerio recalcaron que la estrategia de la Unión Europea pasa por reducir los químicos en fitosanitarios para incrementar la lucha biológica. La mayor parte del sector coincide con esta postura, pero lamenta que las prohibiciones hayan llegado antes que métodos efectivos y asumibles para el bolsillo de los agricultores. En esta línea, uno de los productos contra el cotonet que puede dejar de estar autorizado en breve por Bruselas sería el sulfoxaflor.

En unas semanas se conocerá el primer aforo de cítricos, con el que se calcula la producción estimada para los meses iniciales de la campaña. Nebot mencionó que en esta ocasión se sabrán los primeros datos concretos de los estragos de la plaga en este año.