Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el INE este jueves reflejan que el final del estado de alarma, así como el arranque de la campaña de verano, han provocado una caída de la tasa del paro en la provincia de Castellón durante el segundo trimestre desde el 15,86% hasta el 15,2%. Un descenso de seis décimas que deja en mejor situación a la economía local, aunque lejos de los mejores números de épocas pasadas. De hecho, la tasa provincial es prácticamente la misma que la media nacional (15,26%).

Si en el primer trimestre del año se destruyeron 14.700 empleos, debido en gran parte a las restricciones por la tercera ola del coronavirus, el panorama varía entre abril y junio, al haber 12.100 ocupados más. Todos los sectores ganan, pero destacan especialmente los servicios, con 4.400 empleados más respecto al trimestre anterior, y los 4.300 de la industria. Un sector que sigue mostrando su fortaleza en la economía de Castellón.

En cuanto a números absolutos, en la actualidad son 237.100 los castellonenses ocupados, mientras que la parte negativa viene por el ligero aumento, de 100 personas, en los parados. En total son 42.500 las personas que se encuentran en esta situación. En el trimestre anterior, estos números eran los siguientes: 225.000 con trabajo y 42.400 en paro.

El factor que explica que suba el número de empleados y de parados a la vez está en la cantidad de personas en población activa. Es decir, aquellos que tienen trabajo, o bien que lo buscan. De las 267.500 personas del primer trimestre del 2021 se pasa a 279.600 en el segundo. Uno de los incrementos más fuertes de los últimos tiempos. Gente que contabilizaba como inactiva durante la pandemia vuelve a pedir su incorporación en el mercado laboral.

En cuanto a la distribución por sexos, son 129.000 los hombres castellonenses que trabajan, por 107.000 mujeres de la provincia con empleo. La tasa de paro es mayor en el apartado femenino (18,06%), que en el masculino (12,67%).

Datos de empleo en España

A nivel nacional, en el último año el desempleo en España ha hecho una especie de efecto acordeón. Se disparó en el segundo trimestre del 2020, cuando en marzo irrumpió la pandemia y el paro protagonizó una intensa escalada. De ahí la tasa siguió subiendo, moderándose en la recta final del ejercicio pasado gracias a la primera desescalada y con una leve mejoría en el primer trimestre de este 2021. No obstante, los rebrotes posnavideños y ya de por si una época no prolífica para el empleo frenaron esa reducción del paro, que ahora de cara el verano y dejando ya atrás el estado de alarma ha cogido velocidad.

España se encuentra prácticamente con la misma tasa de paro de hace un año, pero todavía lejos de los niveles del 2019; pues en el segundo trimestre del año previo al covid la tasa de desempleo era del 14%; punto y tres décimas más baja que ahora. Le queda todavía mucho camino por recorrer al mercado laboral español para poder decir que ha dejado la crisis del coronavirus atrás.

Un dato positivo que deja la EPA de este segundo trimestre es que el número de hogares con todos sus miembros en paro vuelve a bajar. Hasta ahora esta cifra, que detrás lleva una de los riesgos a la exclusión social más elevados, venía al alza y con preocupantes datos. Entre abril y junio del 2021 ha descendido en 68.400 el número de hogares con todos sus miembros en paro, hasta un total de 1,15 millones. Cifra, no obstante, por encima de los niveles previos al covid y que deja en una situación de clara vulnerabilidad a sus habitantes. En la mitad de dichos hogares no entra formalmente ningún ingreso de forma regular.