Por si fuera poco lidiar con los bajos precios, la competencia desleal de países terceros o la pérdida de superficie agrícola, la citricultura de Castellón se enfrenta desde hace meses a un pequeño insecto cuya presencia es sinónimo de ruina y de destrucción. Es el cotonet (delottococcus aberiae), una plaga que llega de Sudáfrica y que amenaza con llevarse por delante gran parte de la producción, sobre todo porque todavía no se ha sistematizado por parte del Ministerio de Agricultura un método de control de la misma (aunque en la provincia se están desarrollando interesantes proyectos en este sentido). Pero, ¿qué es exactamente el cotonet?

Orígenes

Tal y como consta en el plan de acción publicado por el Ministerio en septiembre del año pasado para hacer frente a la plaga, el cotonet de Sudáfrica se detectó por primera vez en la Comunitat Valenciana en el 2009, en naranjo dulce y clementino de Benifairó de les Valls (Valencia) --por ello se le conoce también como cotonet de les Valls--. No hay que confundirlo, por lo tanto, con el tradicional cotonet de los cítricos (Planococcus citri), que no causa tantos daños como el de Sudáfrica.

Partiendo de aquella zona su expansión ha sido lenta pero constante, y en la provincia comenzó a significar un problema serio hace aproximadamente dos años. Ahora, según los cálculos de la Unió de Llauradors, el insecto está presente en nueve de cada diez parcelas citrícolas de la Plana Baixa.

¿Cómo es?

Hay muchas diferencias entre las hembras y los machos, según detalla el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). Las primeras son ovaladas (2,5 a 5 mm de longitud y de 2 a 3 mm de anchura), su color varía del grisáceo al rojizo y en el borde de su cuerpo se distribuyen 18 pares de filamentos laterales. El macho es completamente distinto, puesto que es más pequeño (1 mm de largo por 0.2 mm de ancho), tiene alas y su color varía del naranja claro al marrón rojizo. 

Un ejemplar macho del insecto. IVIA

Este pseudocóccido alcanza su máximo poblacional entre mayo y junio. En fases iniciales de su desarrollo se sitúan en el cáliz, el ombligo de las naranjas del grupo navel o entre frutos en contacto, aunque también puede localizarse en hojas y ramas. Cuando llegan al estado adulto, entre marzo y mayo, migran a la base del tronco y al suelo para realizar la puesta de los ovisacos (los óvulos fecundados).

Delottococcus aberiae bajo el cáliz.

Delottococcus aberiae bajo el cáliz. IVIA

¿Qué daños produce?

A diferencia de otras enfermedades, el cotonet tiene la capacidad de deformar. Los daños varían en función de la variedad de cítricos a la que afectan, aunque en todos los casos son graves. Como indica el IVIA, en los clementinos causa una disminución del tamaño del fruto, mientras que en las navel provoca deformaciones o abultamientos alrededor del pedúnculo. Esto en el apartado de afecciones directas, pero también causa otras indirectas, como la melaza que segregan que facilita la aparición del hongo negrilla.

Un ejemplo de los daños que causa el cotonet sobre el fruto. IVIA

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"Tanto los daños directos como indirectos producen una depreciación comercial del fruto y su presencia en ellos puede ocasionar serios problemas cuarentenarios a la exportación de los cítricos valencianos al tratarse de una plaga nueva de cítricos, restringida hasta la fecha a África", explican en el IVIA.

Esto significa, además, un importante incremento de los costes de producción para los agricultores, que se disparan hasta un 55%.