La estabilización de la quinta ola de covid-19 tiende a consolidarse en las principales localidades de la provincia de Castellón. La actualización de este viernes de la Conselleria de Sanitat de contagios por municipios refleja un nuevo descenso en los positivos detectados en los últimos 14 días y, por ende, en la incidencia, pese a seguir mayoritariamente dentro del umbral de riesgo extremo y mantenerse el ritmo lento en doblegar la curva epidemiológica.
El último balance solo aporta un aumento de los casos en cuatro de los municipios más grandes de la provincia. Ocurre en la Vall d'Uixó que pasa de 122 a 125 contagios, así como en Onda, de 91 a 93. Los afectados también crecen en Morella al sumar tres hasta alcanzar los 17 y en Torreblanca, siendo ahora 22 frente a los 19 del martes. Pese al repunte, en ningún caso se se superan los tres contagios nuevos.
En el lado opuesto figura Benicàssim, que recorta su incidencia desde los 909 casos por 100.000 habitantes hasta los 697. Peñíscola hace lo propio de una tasa de 1.093 a otra de 898, y ocurre lo mismo en Benicarló, que pasa de una incidencia de 708 a otra de 676.
Orpesa continúa al frente de los municipios más poblados con mayor afección del virus al contabilizar 109 casos confirmados por prueba PCR y una incidencia de 1.167 por 100.000, si bien resulta algo más baja que la de 1.370 casos con la que contaba el martes.
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