El movimiento en las fábricas de cerámica de Castellón confirma las buenas expectativas y la producción se sitúa en niveles de récord. Los datos del Índice de Producción Industrial, actualizados en la jornada de ayer, muestran que los azulejos cierran la primera mitad del año con la mejor subida de la serie histórica, al experimentar una evolución interanual del 31,4%. Hasta ahora, el mejor registro se produjo en el 2016, cuando la producción avanzó un 12,5%.

En lo que respecta al mes de junio, el incremento respecto al mismo periodo del año anterior fue del 23,5%. Es una mejora más moderada que en los meses precedentes, cuando el salto adelante en la fabricación fue del 33,4% en mayo y del 148,7% en abril.

Desde la asociación de fabricantes, Ascer, explicaron que todos estos incrementos «están muy influidos por los efectos del covid, aunque podemos ver que la tendencia de crecimiento se empieza a consolidar». Los datos de abril fueron excepcionales, ya que en ese tramo del 2020 se produjo el cerrojazo de la fabricación decretado por el Gobierno durante el confinamiento de la población. De ahí el gran incremento. Mayo también fue un periodo anormal, ya que los niveles de ventas siguieron afectados por el inicio de la emergencia sanitaria. En cambio, en junio del año pasado fue cuando comenzó una remontada que se mantiene hasta ahora.

Por parte de Ascer añadieron que cara a los próximos meses «hay que ser cautos y ver cómo evoluciona la segunda mitad del año». Por el momento sigue habiendo indicadores positivos, como las exportaciones, con un incremento del 37% en los cinco primeros meses del año. Además, todos los mercados principales, como Francia o Estados Unidos, mantienen la tendencia al alza de las ventas.

Parón técnico

En cuanto al verano del 2021 se espera que haya una moderación en la actividad de las fábricas, ya que antes de la llegada del coronavirus era habitual un parón durante este tramo del calendario para efectuar labores de mantenimiento. El presidente de la Asociación de Técnicos Cerámicos, Juan José Montoro, detalló que en el año pasado «estas medidas se adelantaron a abril, mientras que el verano pasado se mantuvo la actividad», en parte para compensar la menor producción de los meses de primavera. En este año no ha habido incidencias, por lo que se recupera la costumbre anterior a la pandemia. 

Inquietud por la subida de costes

Una vez más, la patronal advierte de que los números de producción y de ventas son positivos, pero hay una incertidumbre creciente en la competitividad. Para la segunda mitad del año «estamos expuestos al incremento de los costes ligados estrechamente a la producción», señalaron ayer desde Ascer. Entre estos factores sobresale el fuerte incremento de los derechos de emisión de CO2, en máximos históricos, y del gas. Esta situación tendrá que derivar en una reducción de los márgenes de beneficio, o bien en un incremento de los precios.