Castellón es la provincia española con un mayor peso de la industria en su economía. Los sectores productivos representan el 36,6% del producto interior bruto (PIB) del territorio castellonense, lo que supone el porcentaje más elevado tanto a nivel autonómico como nacional.

Castellón sobrepasa incluso a territorios como Álava (32,5%), Burgos (32,3%) y Navarra (30%), pero también toma una gran distancia con las vecinas Valencia (19,2%) y Alicante (10,3%). Así figura en el último análisis disponible de la contabilidad regional recogido por un informe de Presidencia de la Generalitat.

Una tendencia consolidada que, según apunta el documento, seguirá invariable en próximas actualizaciones de dichos datos al tratarse de algo estructural. 

El clúster cerámico es el principal actor que contribuye a este liderazgo de la industria con una producción que ronda los 460 millones de metros cuadrados de azulejo en la provincia, además de generar más de 15.000 empleos directos en la zona.

La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) reseña que con todas estas cifras «queda una vez más demostrada la importancia de aumentar el peso de la industria en la economía española».

Trabajo estable

La agrupación también destaca la capacidad del sector para «generar riqueza y empleo estable y de calidad», a la vez que insiste en la «vital importancia de contar con el apoyo de las administraciones con políticas que permitan mantener la actividad y la competitividad, más aún teniendo en cuenta que el sector tiene un alto componente exportador y estamos más expuestos a la competencia de otros países».

Y es que la actividad productiva, según datos del Instituto Nacional de Estadística y la Generalitat, lleva a que Castellón sobresalga en otros muchos indicadores económicos. La creación de empleo, tal y como recogió este diario, es uno de ellos, con el mérito compartido con los servicios y el turismo. Existen más cifras como que el PIB per cápita se sitúe en 28.367 euros, por encima de la media española de 25.771. También la productividad supera 40 puntos a la media nacional y menos del 1% de las personas afiliadas a la Seguridad Social continúan acogidas a un ERTE.

Resiliencia

No obstante, si hay una virtud que sobresale es la capacidad de resistencia al impacto derivado de la crisis del coronavirus. El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) en Castellón, Sebastián Pla, confirma que la industria «se ha mostrado más resiliente que otros sectores a la pandemia y en nuestro caso, y pese a todas las dificultades, hemos tenido en la cerámica un importante tractor para nuestra industria y nuestro empleo. También en el sector químico o la refinería».  

Una postura que comparte la presidenta de la Cámara de Comercio de la provincia, Lola Guillamón, quien reseña que «la industria junto a las exportaciones ya nos libraron mejor de la crisis del 2008 y vuelven ahora a permitirnos resistir mejor a los efectos de la pandemia del coronavirus». Para Guillamón esto, junto al carácter emprendedor del territorio, es «la principal motivación para el dinamismo económico».

Crecimiento económico

Ahora bien, desde la CEV, Pla pone el foco en que «el buen posicionamiento de la industria castellonense nos puede asegurar un crecimiento económico superior a la media nacional durante los próximos dos años si invertimos en innovación e infraestructuras, llegan pronto los fondos europeos y se acierta en las políticas públicas», advierte, mientras detalla los riesgos de revertir esta tendencia al alza como son la extensión de la variante delta del covid-19, el alza de los precios energéticos o los problemas con el abastecimiento de determinadas materias primas y otros suministros.

«Tenemos una industria fuerte y las expectativas son buenas», concluye Pla sobre el liderazgo de Castellón en el peso industrial en la economía. Mantener esta estadística resulta ahora el gran reto compartido entre el clúster y las administraciones públicas a todos los niveles.