No es sanitario, pero el castellonense Alberto Conejero puede hablar con conocimiento de causa como pocos de la evolución de la pandemia del coronavirus en la Comunitat Valenciana. Director del departamento de Matemática Aplicada de la Universitat Politècnica de València, ha trabajado codo a codo junto a Nuria Oliver y un equipo de 20 profesionales en el proyecto Valencia IA4Covid, que facilita periódicamente los datos necesarios a la mesa interdepartamental para que se adopten después las restricciones. 

Nacido hace 45 años en Castelló, donde reside, y formado en el CEIP Carles Salvador, Instituto Mixto 5 y Ribalta, el trabajo de Conejero y su equipo no ha pasado desapercibido para distintos organismos internacionales, consiguiendo incluso el prestigioso premio XPrize de EEUU dotado con medio millón de dólares, amén de conseguir el apoyo de instituciones como el Banco Santander o BBVA.

--¿Cómo funciona exactamente el programa Valencia IA4Covid?

--Es un modelo de inteligencia artificial (IA) sobre el coronavirus compuesto por unos 20 profesionales que realiza predicciones atendiendo a los datos. Actuaría de forma similar al de un comité de expertos, aunque nosotros solo facilitamos las cifras para que después los especialistas en economía o salud tomen las decisiones.

--¿Y cómo han ido las predicciones durante este tiempo? ¿Han acertado durante la pandemia?

--Comenzamos a trabajar a finales de marzo del pasado 2020 y hemos ido mejorando el método desde entonces. El pico de la tercera ola el pasado diciembre lo anticipamos mucho antes, equivocándonos solo de 100 casos.

--¿La quinta ola también la anticiparon o ha sido imprevista?

--El problema con la última ola ha estado en el papel que han jugado los vacunados. Hoy sabemos ya a ciencia cierta que contagian, pero al principio no había información suficiente y todavía no está claro en qué grado lo hacen, así que las predicciones no nos funcionaban bien. Hemos perdido dos o tres meses con eso hasta que probamos un modelo que deja a un lado los vacunados. 

--¿Cuándo se volverá a aplanar la curva de esta quinta ola?

--No nos gusta dar cifras concretas, pero nuestras predicciones dan que a finales de este mes de agosto la curva se estabilizará entre 500 y 700 casos diarios a nivel autonómico. Es posible, eso sí, que sigan surgiendo brotes importantes, pero no hay que alarmarse porque entra dentro de lo previsible que se den contagios de forma masiva en un determinado punto. 

--¿Han sentido que sus datos servían para tomar las decisiones o caían en saco roto?

--Eso no lo miramos tanto. Nos dedicamos más a trabajar en privado que a ver las decisiones que toman los políticos, pero sí nos recibió Ximo Puig. Es un orgullo que el máximo responsable político de nuestra tierra nos reciba y nos agradezca nuestra labor le hemos dedicado casi más tiempo que a nuestras familias. Nosotros nos encargamos de hacer llegar nuestra información a quien tiene que llegar y no a presionar a quien toma las decisiones.

Imagen de Alberto Conejero y su equipo en la visita a Ximo Puig en el Palau de la Generalitat.

--¿Puede poner un ejemplo práctico de cómo han podido influir sus datos?

--Antes de diciembre la hostelería cerró en Catalunya, pero no en la Comunitat Valenciana. Vimos que esa restricción en concreto no influía en los contagios, porque el que es golfo, es golfo y tenía los mismos contactos porque si no quedaba en un bar lo hacía en una casa. Al principio se criticó que los bares aquí estuvieran abiertos, pero había datos actualizados cada día que respaldaban esta decisión.

--¿De dónde sacan todos los datos para hacer las tablas? 

--En la Universidad de Oxford publican la evolución de 34 restricciones en todos los países y nosotros los analizamos con un programa de inteligencia artifical. Así se ve cómo influye que cierren escuelas, que la mascarilla sea obligatoria o estén permitidos los viajes al extranjero. Nuestro objetivo era predecir los casos que habría en función de la dureza de las medidas adoptadas porque está claro que si no haces nada lo normal es que la curva siga igual, pero la clave está en ver cómo cambiará la curva adoptando unas u otras medidas.

--¿Cómo surgió la idea de formar este grupo? ¿Continuará cuando se erradique la pandemia?

--El germen lo puso Nuria Oliver, que trabajó en inteligencia artifical en Telefónica y Vodafone y allí estudió la evolución de la gripe aviar en función de la movilidad de los dispositivos. Entendió cómo podían funcionar esos datos y habló con Ximo Puig para formar un equipo. Sobre el futuro, no sé si seguiremos después del coronavirus. Ahora lo que queremos es tener un modelo que funcione atendiendo a los parámetros de vacunación y después ya veremos las necesidades que hay. 

--Lo que queda claro con su labor, por si quedaba alguna duda, es que las matemáticas no son aburridas y sirven para mucho.

--Los físicos fueron los primeros que se dieron cuenta de la que se nos venía encima analizando los datos iniciales de China o Italia. La exigencia de matemáticas ha bajado en algunas carreras en beneficio de parcelas como la tecnológica, pero hay que entender bien lo que hay y para eso las matemáticas son fundamentales están a la orden del día en prácticamente todos los campos.