Agosto es el mes por excelencia de los bous al carrer, lo que supone un revulsivo económico, sobre todo, para los municipios del interior. Sin embargo, este verano este tipo de eventos, debido al impacto de la pandemia y a las restricciones impuestas, se verán limitados a los recintos cerrados, lo que provocará que se celebren 1.500 actos menos en la provincia de Castellón que en un año normal.

En 2019, antes de la irrupción del covid, se celebraron en la provincia de Castellón más de 1.900 festejos taurinos populares solo en agosto, el mes que más festejos de este tipo suele acoger. El año pasado la cifra cayó drásticamente y solo se autorizaron siete, según se desprende de los Anuarios de la Generalitat. Aunque este año ha habido una recuperación, Vicente Nogueroles, calcula que más o menos podrían hacerse entre 350 y 400 festejos en la provincia de Castellón.

Y, como explica Nogueroles, "estos festejos tenían un impacto muy positivo en la economía de los municipios. A lo mejor en los grandes no se notaba tanto, pero en los pequeños, en especial, todos los del interior de Castellón, que se llenan gracias a la gente que va a pasar el verano, esas tiendas, esos bares, pastelerías, hornos, ultramarinos... todo el comercio basa su supervivencia prácticamente todo el año, gracias a la semana de fiestas, donde el hilo conductor es el toro. Si no hay fiestas, no hay gasto. Ya no es solo es el impacto negativo directo en ganaderos, montadores de plazas, sino en las empresas indirectas, donde también se está notando la falta de actividad", explicó Nogueroles.

El presidente de la asociación de ganaderos de bous al carrer de la Comunitat, Daniel Machancoses, calcula en unos 4 millones de euros las pérdidas aproximadas que ha sufrido el sector de la ganadería solo en la provincia de Castellón. Y lo peor, es que las ayudas no han llegado todavía. "La convocatoria no se ha resuelto todavía y este mes de agosto no lo va a resolver", pronostica Machancoses, quien advierte que "son necesarias, porque cuando vengan no serán suficientes", apunta. Y es que señala que "pedimos que, sino se pueden realizar los festejos, porque la situación epidemiológica no lo permitía, que nos ayuden. Somos ganaderías que nunca hemos recibido ayudas de ningún tipo. Y no se trata solo de familias, sino también de seres vivos", indica. Recuerda que "no podemos estar sacrificando animales porque no se puedan realizar los festejos.. La alimentación sigue, el estatus sanitario sigue, el personal se tiene que mantener. La empresa la estás manteniendo al 100% de rendimiento pero sin ningún ingreso y sin trabajo", añade Machancoses. "En 2019 se hizo solo un 5% de los festejos y este año al 20% no vamos a llegar", apuntó.

Desde la Generalitat valenciana, por su parte, señalan que en lo que va de 2021 y hasta este lunes se han autorizado festejos en 14 municipios de la provincia. "Hay 11 solicitudes pendientes de resolver para este mes, aunque que es posible que aún entren más solicitudes dado que es un mes el de agosto en el que se celebran numerosos festejos debido a las fiestas de muchos pueblos", argumentan. Entre los municipios que este mes celebran bous al carrer figuran Vilafranca, Albocàsser, Benicarló, Càlig, Catí, l'Alcora, Morella, Nules, Onda, Sant Jordi, Traiguera, Vilafamés, según la federación... Otros consistorios que también confirmaron festejos fueron Torreblanca, Benassal o Alcalà.

Gasto anual

Según un estudio de la Universitat de València, la organización de los festejos taurinos supuso un gasto anual de 19,4 millones de euros en 2019 en la provincia de Castellón. De ellos, 5,7 millones correspondieron al ganado. A ello hay que sumar gastos en infraestructuras, lidia, servicios de seguridad, etc. El desembolso en el conjunto de la Comunitat asciende a 36,7 millones, lo que implica que solo Castelló acapara el 52%.

Impacto económico

Sin embargo, el impacto económico es mucho mayor. Según el citado informe, el impacto anual en toda la Comunitat roza los 300 millones de euros y supone más de 3.000 puestos de trabajo.